Se desató el conflicto en Sanidad y ya definieron plan de lucha a nivel nacional para la semana que viene

El sector empresario de nuevo respondió negativamente al pedido de aumento salarial que vienen sosteniendo desde la FATSA para las y los trabajadores de los centros de salud. La Federación de Sanidad decidió volver al paro como «única herramienta» ante imposibilidad de negociar.

Tras el fracaso de la audiencia que sostuvieron ayer representantes de la FATSA con el sector empresario y sin propuestas alternativas, la Federación de Sanidad convocó al Consejo Directivo Nacional para resolver los pasos a seguir.

Las Asociaciones de Sanidad finalmente decidieron realizar paros de cuatro horas en todos los turnos los días jueves 1 y viernes 2 de julio. Esto afectará a clínicas, sanatorios, hospitales de comunidad, servicios de emergencias, centros de diagnósticos, laboratorios de análisis clínicos, geriátricos y psiquiátricos.

Los horarios serán definidos por cada asociación según le parezca conveniente con la finalidad de garantizar la mayor adhesión al paro posible.

A su vez, los días 28, 29 y 30 de junio, es decir desde el lunes al miércoles de la semana que viene, habrá asambleas informativas en todos los sectores y turnos de cada establecimiento «para que los compañeros puedan conocer y debatir las medidas dispuestas y recibir toda la información necesaria», informaron desde la FATSA en el comunicado.

«Ninguna razón puede eximir a los empresarios de la obligación de actualizar los salarios en momentos de alta inflación como los que estamos viviendo.», expresaron.

Advirtieron también que «los empresarios se unieron y se niegan a negociar» por lo que la «única herramienta para vencer esa resistencia es la fuerza de la acción», concluyeron.

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Otro paro de Sanidad en plena pandemia

En marzo de este año, los gremios agrupados en la FATSA realizaron paros de tres horas por turnos durante dos días, también en reclamo de una recomposición salarial.

El contundente acatamiento de las y los trabajadores del sector en todo el país forzó a una nueva convocatoria a negociaciones. En aquel momento la ministra de Salud Carla Vizzotti afirmó que se trata de «situaciones muy complicadas» debido a que «los honorarios y la remuneración del personal de salud, ya antes de la pandemia, era insuficiente».