
Una delegada de Textilana, de Mar del Plata, aseguró que la empresa está «superestockeada» debido a la disminución del consumo. La empresa inició un proceso de cesantías y hay temor por el crecimiento de los despidos.
María Dematteis, delegada de la Comisión Interna, advirtió quela fábrica marplatense atraviesa «un momento crítico».
En un contexto económico marcado por la recesión y el ajuste, la histórica fábrica Textilana de Mar del Plata, proveedora de marcas como Kosiuko y de larga trayectoria en la ciudad, atraviesa una crisis que ya se tradujo en despidos. La incertidumbre domina el clima interno.
“Estamos en una situación compleja. Hace tiempo que la producción dentro de la fábrica disminuyó, aunque está superstockeada. Aparentemente, hubo menos venta durante el invierno, sobre todo antes del Día del Padre, que es cuando más se vende. Entonces hubo una merma importante y comenzaron los despidos”, explicó María Dematteis, delegada de la Comisión Interna, en diálogo con Nicolás Galante por Radio Brisas, de Mar del Plata.
Despidos y cesantías
Según Dematteis, la empresa inició las cesantías con trabajadores y trabajadoras de menor antigüedad, sin brindar detalles sobre el alcance del recorte.
“Estamos con mucha incertidumbre porque no sabemos hasta dónde llegan los despidos. La empresa no comunica nada”, advirtió.

La delegada trazó un paralelismo con las políticas de ajuste de los años ‘90: “Tengo mis años y en la época de Menem no estaba en el rubro textil, pero esto es una réplica de esas épocas. Muy lamentable”.
Salario por debajo de la línea de la pobreza
Dematteis también cuestionó la política salarial de la empresa. “El salario es paupérrimo, tenemos el bono congelado desde el año pasado. Los aumentos quedaron por debajo de la inflación y de la línea de pobreza. El último acuerdo paritario representa 500 pesos por día. No alcanza ni para un alfajor”, denunció.
El impacto del deterioro económico no se limita a la fábrica. Muchos trabajadores, según relató la delegada, deben hacer otros trabajos para llegar a fin de mes. “Tengo compañeros que salen de estar todo el día en la fábrica y hacen ocho horas más manejando Uber porque no les alcanza”, contó.
Caída del empleo en Textilana, proveedora de Kosiuko
Hace algunos años, Textilana contaba con unos 350 empleados. Hoy quedan cerca de 200. “Algunos se fueron por el salario, otros fueron despedidos, sin indemnización”, afirmó. El salario de bolsillo de un trabajador textil con antigüedad oscila entre los 600 y 700 mil pesos, y la hora más alta en bruto está en 3100 pesos.
Dematteis también apuntó a la informalidad laboral en el sector. “Sabemos que en muchas fábricas hay gente trabajando cuatro horas en blanco y el resto en negro. Es una práctica extendida”, denunció.
A pesar del miedo y la soledad que sienten los trabajadores, la Comisión Interna busca organizarse para resistir. “Estamos tratando de reunirnos, de conversar, de ver qué medidas tomamos para frenar los despidos. Hay mucho miedo, pero también ganas de dar una lucha dentro de la fábrica. El problema es que estamos muy huérfanos de dirigentes”, concluyó.