El Gobierno porteño prohibió que en sus escuelas se enseñe y utilice el lenguaje inclusivo y los docentes lo acusaron de violento

El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires prohibió que en sus escuelas se utilice en documentos oficiales y que los docentes enseñen contenidos curriculares escritos con lenguaje inclusivo como «una medida más» ante los bajos resultados obtenidos en Lengua por los alumnos. La Ciudad «despliega nuevas formas de violencia» a los que no se reconocen masculino o femenino, denunciaron desde el gremio docente UTE.

En la Circular 4/2022 el Ministerio de Educación porteño, que encabeza Soledad Acuña, ordenó a las/los docentes desarrollar las actividades de enseñanza y realizar las comunicaciones institucionales «de conformidad con las reglas del idioma español, sus normas gramaticales y los lineamientos oficiales para su enseñanza».

Y aclaró que esta medida «aplica únicamente a los contenidos que dictan los/as docentes en clase, al material que se le entrega a los/as estudiantes y a documentos oficiales de los establecimientos educativos».

Al instante llegó la respuesta de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). El gremio repudió la resolución y aseguró que de esta forma «despliega nuevas formas de violencia hacia aquellas infancias y juventudes que no se reconocen en el masculino o el femenino como constitutivo de su identidad».

El Gobierno porteño prohibió que en sus escuelas se enseñe y utilice el lenguaje inclusivo y los docentes lo acusaron de violento

«Lo que no se nombra no existe: Negar desde el lenguaje a las infancias y adolescencias trans y no binaries constituye un ataque al derecho a la identidad de todes y cada une, y a ser en un ambiente en el que la diversidad es respetada», remarcó el sindicato en un comunicado.

Para la UTE esta iniciativa «forma parte de la ofensiva de la derecha en la educación. Prohibir el lenguaje inclusivo es la expresión de un proyecto pedagógico político conservador y contrario a conquistas democratizadoras».

En este sentido apuntó que el lenguaje «es una construcción colectiva que está en permanente transformación y que construye realidades» por lo que «les docentes continuaremos construyendo una escuela pública e igualitaria para todes, reconociendo y abrazando amorosamente a todes y cada une de nuestres estudiantes».