
La Comisión Interna de la planta de Esteban Echeverría de Molinos Río de la Plata alertó sobre condiciones laborales peligrosas y posibles despidos. A la primera audiencia asistieron junto a representantes del Sindicato de Alimentación. Este miércoles tienen la segunda en el Ministerio de Trabajo bonaerense. «En Molinos no sobran trabajadores, al contrario, faltan cubrir puestos», aseguraron y aclararon que si bajaron las ventas «es resultado de la política empobrecedora del gobierno de Milei».
La Comisión Interna de la planta de Molinos Río de la Plata, ubicada en Esteban Echeverría, denunció públicamente que la empresa comenzó a aplicar de forma unilateral una reducción de personal, generando condiciones laborales que no respetan las normas mínimas de seguridad e higiene.
Luciano Greco, delegado de la Comisión Interna, advirtió que “la motosierra entró a Molinos”, en referencia al proceso de ajuste que impulsa la compañía alimentaria, propiedad de la familia Pérez Companc, una de las más acaudaladas del país según la revista Forbes.
“El jueves 28 tuvimos una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, donde solicitamos una inspección urgente para constatar que se está trabajando en condiciones peligrosas”, sostuvo Greco en declaraciones al programa La García (AM750). Y remarcó: “El Ministerio tiene poder de policía para frenar esto antes de que ocurra una tragedia”.
Según denuncian los delegados, la empresa redujo el número de operarios por línea de producción, lo que sobrecarga a los trabajadores y aumenta el riesgo de accidentes. “Donde antes trabajaban cuatro personas ahora hay tres. Esto no solo afecta la salud física, también expone a los compañeros a situaciones de riesgo por intentar mantener el ritmo productivo”, agregó el delegado.

Además, la Comisión Interna señaló que la empresa busca eliminar bonificaciones pactadas por convenio, lo cual, denuncian, es ilegal por tratarse de derechos adquiridos. “No pueden modificar el convenio unilateralmente”, afirmaron.
Una segunda audiencia se realizará el próximo miércoles 4 de junio en La Plata, donde los trabajadores esperan una intervención decidida del Estado. “Nos da confianza que al frente del Ministerio esté Walter Correa, alguien que viene del movimiento obrero”, expresó Greco.
La semana pasada, los delegados ya habían advertido sobre un presunto plan de despidos por parte de la empresa, lo cual fue ratificado durante una primera audiencia virtual ante la cartera laboral provincial. En esa instancia, estuvieron presentes representantes del sindicato STIA (Sindicato de la Industria de la Alimentación), abogados de la empresa y miembros de la Comisión Interna.
“Desde la denuncia, la empresa no se detuvo. Ya implementó la reducción de personal sin importar las leyes de seguridad e higiene. Quiere justificar despidos y precarizar a quienes queden. En Molinos no sobran trabajadores, al contrario, faltan cubrir puestos”, declararon.
Por último, los representantes sindicales vincularon esta situación con el contexto económico general: “La baja en ventas no es culpa de los trabajadores. Es resultado de la política empobrecedora del gobierno de Milei. La empresa pretende trasladar sus pérdidas a los trabajadores, aprovechando un contexto de flexibilización y regresividad legal que aún no ha sido completamente habilitado por el Congreso”, concluyeron.