Trabajadores de Molinos Río de la Plata denuncian ruptura del diálogo por parte de la empresa: «No existe voluntad real de encontrar una solución consensuada»

La firma alimenticia Molinos Río de la Plata suspendió unilateralmente una reunión clave que buscaba una salida negociada al conflicto laboral. El gremio asegura que la empresa «pateó la mesa de negociación» en la que iban a reclamar por reincorporaciones y rechazar la eliminación de adicionales salariales.

El conflicto laboral en la planta de Molinos Río de la Plata, ubicada en Esteban Echeverría, se profundiza tras la sorpresiva decisión de la empresa de levantar de manera unilateral una reunión pactada con representantes gremiales y de la Comisión Interna. El encuentro buscaba abordar una propuesta alternativa presentada por los trabajadores para evitar el ajuste que impulsa la compañía del grupo Pérez Companc.

Según lo informado por el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación, filial Buenos Aires (STIA-Buenos Aires), la propuesta elevada a la mesa de negociación incluía una suspensión de tareas los sábados desde las 14 horas durante un año o un año y medio, a cambio de una cláusula de no despidos por el mismo período. Además, se planteaba que las eventuales horas extra requeridas por necesidades de producción fueran abonadas conforme al convenio vigente.

Los trabajadores afirman que esta alternativa permitiría afrontar el difícil contexto económico, con una reducción proporcional de salarios y carga horaria, pero sin afectar los derechos adquiridos. “Cobramos menos, pero también trabajaríamos menos”, subrayaron en el comunicado.

Sin embargo, la empresa optó por dar por finalizada la reunión sin previo aviso, lo que fue interpretado por el gremio como una señal de que “no existe voluntad real de encontrar una solución consensuada”, sino que el objetivo principal es avanzar en ajustes unilaterales.

La situación se agravó tras el despido de diez trabajadores y la intención empresarial de eliminar adicionales salariales contemplados en el convenio colectivo, medidas que desde el sindicato consideran ilegales. “Ni colectiva ni individualmente pueden renunciarse los adicionales; eso equivaldría a trasladar el riesgo empresario al trabajador, algo que la legislación argentina prohíbe expresamente”, afirman.

Pese a la escalada del conflicto, desde STIA-Buenos Aires remarcaron que mantienen su predisposición al diálogo, y anunciaron que en la audiencia del próximo lunes 28 de julio solicitarán la intervención del Ministerio de Trabajo bonaerense para que establezca los límites legales a las decisiones de la compañía.