Una encuesta entre empresarios textiles revela que 6 de cada 10 empresas despidieron personal en los últimos 15 meses

Las ventas y la fabricación nacional de productos textiles están en retroceso por la caída del consumo y el aumento de la presión importadora. Piden medidas de gobierno que ayuden a revertir la situación.

En un contexto donde las ventas y la fabricación nacional de productos textiles están en retroceso por la caída del consumo y el aumento de la presión importadora, 6 de cada 10 empresas del sector admitieron que aplicaron recortes en su dotación de personal desde fines de 2023 hasta marzo de 2025.

El dato surge de la última encuesta que la Fundación Pro Tejer realiza entre compañías textiles, correspondiente al segundo trimestre de 2025.

El informe refleja un panorama desafiante para la cadena textil y de indumentaria debido a caídas generalizadas en ventas, producción, empleo e inversiones y también ante la falta de políticas industriales que promuevan el nivel de actividad del sector.

Una consecuencia de la caída de todos los indicadores del nivel de actividad de la industria textil es el impacto en las condiciones laborales y los puestos de trabajo.

Así, el 72% de las empresas encuestadas indicó haber tomado medidas que afectaron su dotación en el período que arranca a fines de 2023 y llega hasta marzo de este año.

Una encuesta entre empresarios textiles revela que 6 de cada 10 empresas despidieron personal en los últimos 15 meses

Las tres opciones más seleccionadas fueron la “cancelación de horas extras”, “cierre de turnos” y “despidos”. En particular, 6 de cada 10 empresas reconocieron que redujeron su plantilla de trabajadores en ese período, marcando una clara contracción del empleo industrial a nivel federal.

Por otro lado, durante el segundo trimestre de este año, 5 de cada 10 empresas del sector textil e indumentaria declararon haber registrado una caída en sus ventas respecto del mismo período del año anterior, con una merma promedio del -7%.

Si se amplía el período de análisis a los últimos dos años, el panorama se agrava: 8 de cada 10 empresas vieron reducir sus ventas, con una caída promedio del -28% en relación con el segundo trimestre de 2023.

Esta tendencia negativa en las ventas también impactó en la producción: la mitad de las empresas encuestadas informó que redujo su nivel de producción frente al año pasado, con un descenso promedio del -12%.

En comparación con el primer trimestre de 2023, hubo 8 de cada 10 empresas que informaron caídas de producción, con un retroceso promedio del -30%.

Este comportamiento también se reflejó en una caída en el uso de la capacidad instalada, que tampoco muestra señales de recuperación.

Solamente 1,5 de cada 10 empresas dijo haber mejorado el uso de su capacidad instalada en relación con el primer trimestre de 2024. Y apenas 0,5 declaró una mejora de su situación respecto a dos años atrás. Así, en un plazo de dos años, hubo 7,5 de cada 10 empresas que registró caídas en el uso de la capacidad instalada (-24pp de caída promedio).

Entre las principales razones que explican la caída de la producción, las empresas destacan:

-La mayor participación de productos importados en el mercado local, mencionada por 8,2 de cada 10.

-La pérdida del poder adquisitivo de los consumidores, señalada por 8 de cada 10 empresas como un factor relevante.

-La apreciación del tipo de cambio, identificada por 4 de cada 10 empresas.

“Estos datos reflejan un escenario complejo para el entramado productivo del sector, que enfrenta una fuerte retracción de la demanda interna, presiones externas crecientes y condiciones cambiarias que afectan la competitividad-precio”, según el análisis de Fundación Pro Tejer.

El panorama negativo derivó también en inversiones paralizadas y generación de obstáculos para concretar exportaciones.

El relevamiento destaca que luego de varios años de fuerte dinamismo inversor, 7,5 de cada 10 empresas admitieron que no realizaron inversiones en maquinaria ni ampliaron su capacidad durante 2024.

Y 8 de cada 10 empresas dijo que no han invertido ni planean hacerlo en el transcurso de 2025.

Respecto de las razones por las cuales no se planean nuevas inversiones, los empresarios mencionaron el alto porcentaje ocioso que tiene el sector en el uso de su capacidad instalada en un mercado interno en retracción, la pérdida de participación frente al avance de las importaciones y una elevada incertidumbre económica.

En cuanto al frente externo, que también enfrenta dificultades, hubo 8,5 de cada 10 empresas que identifican obstáculos para exportar. Y citan como principal al tipo de cambio, seguido por la presión tributaria.