Tras intentar pagar 30% menos de lo acordado con el gremio pesquero, el dueño de Conarpesa de Chubut amenaza con cerrar y dejar en la calle a 1.300 empleados

Fernando Álvarez Castellanos, conocido por la frase: «No pedimos matar de hambre a los trabajadores, sólo que ganen menos», subió a los barcos a una escribana para que los empleados firmen contratos a la baja. No lo consiguió, no acordó con el S.O.M.U y ahora se victimiza.

El empresario pesquero dueño de Conarpesa, Fernando Álvarez Castellanos, salió a victimizarse luego de fracasar su estrategia de hacer firmar contratos a la baja a los empleados de la empresa desoyendo el acuerdo paritario con el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).

Con la llegada de las primeras salidas de pesca, Álvareza Castellanos llevó una escribana a los barcos de su empresa para obligar a los trabajadores a firmar contratos a la baja, por fuera del convenio colectivo que la empresa acordó con el S.O.M.U.

Desde el gremio pesquero denunciaron a Álvarez Castellanos por «extorsión», debido a que intentó que los empleados de Conarpesa firmen contratos por fuera del convenio colectivo con una rebaja del 30% del salario.

Amenaza de cierre de Conarpesa

Al no conseguirlo salió a responsabilizar a los trabajadores asegurando que un empleado y representante del gremio amenazó con un arma a quienes subían a los barcos.

Pero, además de la denuncia, el empresario, conocido por la frase «No pedimos que los trabajadores se mueran de hambre, sólo que ganen menos», se victimizó y amenazó: “La empresa se va a quedar parada este año o hasta siempre”.

Reunión frustrada

Conocido el fracaso de la reunión con el SOMU por el conflicto de los tangoneros y ante el inminente conflicto que se avecina con el STIA el presidente de Conarpesa definió la situación como «una tragedia» que afecta en su caso a mil trescientas familias.

“Es una verdadera tragedia”, dijo Fernando Álvarez ayer, tras conocerse el resultado de la reunión entre los gremios marítimos y las cámaras de buques congeladores, convocada por el Secretario de Trabajo.

¿Cierre de Conarpesa?

Anunció que su planta quedaría parada este año y puso en duda la continuidad de Conarpesa en Argentina. Denunció que «el SOMU no solo ha amenazado a los tripulantes, sino que tiene de rehén a empresas como Iberconsa y Solimeno. También anunció que le solicitarán al Consejo Federal Pesquero que se justifique la inactividad, dada la magnitud de la crisis y del conflicto».

“Lo que ha pasado por culpa de esta gentuza es una tragedia. Para mí no es una tragedia, yo no me voy a morir de hambre, tengo organizada mi vida y la de mi familia, pero para las mil trescientas personas que con nombre y apellido tengo trabajando conmigo, lo que está pasando es una verdadera tragedia”, señaló el presidente de Conarpesa.

“Espero que el gobierno, que sabe de sobra lo que ha pasado, que ya está detenido el tipo que mandó la pistola amenazando con un tiro al que subiera al barco, tome cartas en el asunto”, pidió y consideró que estos hechos son “una vergüenza para un país que pretende ser libertario”.

César Zapata, secretario general del SOMU.

Acusaciones al SOMU

Respecto de la actitud adoptada hoy por los dirigentes gremiales dijo que “no ven por el bien de su gente” y agregó que los marineros van a pasar “diez meses sin cobrar un peso por culpa de estos tipos que no quieren llegar a ningún acuerdo y que lo único que le dicen es que las pérdidas que presentamos son mentiras y que ellos son los poseedores de la verdad”.

Responsabilizó al SOMU de que “haya mil trescientas familias que no van a tener la posibilidad de trabajar” por las amenazas recibidas y aseguró que hasta ahora nunca se había coartado la libertad de trabajar.

«Espero que pronto les peguen una patada»

“En qué país del mundo se ha visto que quieras ir a trabajar y alguien te amenace para que no vayas, quiénes son para amenazarte con una pistola mientras tu hijo se queda en casa. Coartar la libertad de trabajo hasta ahora nunca había pasado, amenazar de muerte en el 2025 es una locura”, señaló y puso en duda la continuidad de la empresa en el país.

Yo a esto no juego, o se reencauza solo o será el tiempo de que dé un paso al costado y cierre el kiosco y se acabó. Así no voy a trabajar, quiénes son estos tipos para extorsionarme a mí que doy mil trescientos puestos de trabajo, todo en blanco, registrado hasta el último, fortuna en impuestos paga mi gente y pago yo. Cuando hay otros que no pagan nada, todo en negro y me dicen que ellos son mejores que yo, que ellos son los buenos y que si quiero trabajar tengo que pagar como otros en negro… que se olviden de mí, no juego. Espero que pronto les peguen una patada, va a pasar…«