
El Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, dictó conciliación obligatoria tras el paro por tiempo indeterminado que definieron el gremio y la Comisión Interna de Molinos Río de La Plata. La empresa no la acató y no reincorporó a los despedidos.
Ayer a las 19 horas el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, dictó conciliación obligatoria en el conflicto que se desarrolla en la alimenticia Molinos Río de La Plata. El gremio de Alimentación y la Comisión Interna habían realizado un paro en los 3 turnos y planeaban sostenerlo por tiempo indeterminado.
La decisión gremial era por los 10 despidos injustificados ejecutados por la firma. «Una vez más, las y los trabajadores acatamos la conciliación. Sin embargo, la empresa no lo hizo. Volvió a desconocer la autoridad del Estado provincial negándole el ingreso de los despedidos del turno noche», explicaron.
«Por eso, aunque cumplimos la conciliación dictada por el Ministerio de la Provincia de Buenos Aires, nos mantenemos en alerta y le solicitamos a la dirección del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación que realice la denuncia del incumplimiento de la conciliación por parte de la empresa», añadieron.

El conflicto se da en el marco de un proceso que, según la Comisión Interna, comenzó el 26 de mayo y fue dejando a la planta con dotaciones de trabajadores y trabajadoras que están por debajo de la cantidad mínima en cada una de las máquinas. Eso genera situaciones de riesgo para la salud de las y los operarios, remarcaron.
«No sólo están despidiendo ilegalmente, están ejecutando un proceso de desindicalizacion, imponiendo la precarización laboral para producir, afectando la salud y la seguridad del resto de las y los trabajadores, ignorando deliberadamente las intimaciones de los representantes de los trabajadores en el Comité Mixto de Seguridad e Higiene que está constituido en la planta», explicaron los trabajadores
Vale recordar que el 23 de mayo pasado, la propia comisión interna ya había denunciado públicamente que la empresa de los Perez Companc -una de las 4 familias más ricas del país, según la revista Forbes- estaba realizando reuniones de forma irregular con los y las trabajadoras en la que les planteaba que si no aceptaban rebajas salariales y trabajar con dotaciones por debajo de las recomendadas por el Comité Mixto de Seguridad e Higiene, iban a haber despidos.