Sentencia contra Shell por despido discriminatorio

El Juzgado Nacional del Trabajo n°16 admitió el amparo interpuesta por Analía Portillo contra el despido que sufriera en abril de 2014 por parte de la petrolera Shell, que la empleara durante siete años en la refinería de la localidad de Dock Sud.

La resolución de Alberto Miguel González, juez titular de dicho juzgado, declara la nulidad del despido dispuesto contra Portillo, al considerarlo fundado en motivos discriminatorios basados en la actividad gremial de la demandante, que ya contaba con una medida cautelar favorable otorgada por el mismo juzgado y confirmada por la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo y por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de modo que el fallo del 9 de noviembre fue el cuarto revés judicial que sufre la multinacional petrolera en este expediente.

En la causa, ha tenido lugar inclusive un apercibimiento de denuncia penal contra el ex CEO de la empresa, Juan José Aranguren, debido al inicial incumplimiento de la medida cautelar que dictaba la reinstalación de Portillo, y que goza ahora de carácter definitivo tras considerarse probada la actividad sindical de la trabajadora, según afirmó Matías Aufieri, miembro del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos y abogado junto a Gabriela Campos, de los trabajadores despedidos por la empresa.

Los representantes legales agregaron que el fallo reconoce, además de los salarios caídos por los meses de cesantía, la existencia de daño moral y de práctica desleal penada por la Ley de Asociaciones Sindicales, lo cual le implicó a SHELL la imposición de severas multas.

Portillo había sido despedida el 29 de abril de 2014 junto a otros ocho trabajadores que integraban la agrupación sindical Naranja, opositora a la conducción oficial del gremio.

Entre los cesanteados, se encontraban Fernando Luna y Gustavo Michel, también beneficiados por sendas medidas cautelares de la Justicia Nacional del Trabajo y confirmadas en la Corte Suprema.

En el caso de Michel, y pese a la sucesión de resoluciones que ordenan su reingreso, la multinacional incumple su reinstalación desde agosto de 2014, fecha en que el Juzgado Nacional n°50 dictara su reincorporación, tal como denuncia Myriam Bregman, diputada nacional por el Frente de Izquierda y que a su vez encabeza el organismo que asesora a los activistas perseguidos.

Portillo celebró la sentencia lograda, y la consideró un histórico triunfo ante una de las empresas más poderosas del mundo, que nunca antes de estos casos había sido obligada a reincorporar a trabajadores despedidos: “Es un gran paso para la organización de los trabajadores que pelean por sus derechos, particularmente para las mujeres que soportamos peores condiciones aún en los lugares de trabajo, pero hoy demostramos que la organización y la lucha es el camino para lograr nuestras reivindicaciones”, afirmó la trabajadora, que ha sido definitivamente reinstalada como Operadora Técnica en el sector “Lubricantes” de la refinería perteneciente a la multinacional anglo-holandesa.