Denuncian despido discriminatorio en Emergencias a una trabajadora que se postulaba para delegada y es único sostén de hogar

A fines de septiembre desvincularon a una trabajadora de Emergencias. Ella había reclamado por malos tratos por parte de una jefa y por resultar sancionada al tomarse licencias conveniadas. Una delegada de Atsa considera que se trata de un despido discriminatorio por ser activista sindical ya que ella avisó vía carta documento que se iba a postular para delegada.

El día miércoles 27 de septiembre el Grupo International Health Services Argentina SA, más conocido como Emergencias, la empresa de ambulancias, despidió a Eva Fernández que cumplía servicios en el sector de Traslados. Hacía un mes que trabajadores de ese área habían denunciado malos tratos en el ministerio de Trabajo por parte de una jefa.

Según sus relatos los cruces radicaban en malas contestaciones, intimidaciones para evitar denuncias, el rechazo de licencias comunes como los días de examen o por enfermedad bajo la excusa inventada de que se debe anunciar con 2 horas de anticipación.

La trabajadora Eva Fernández al recibir telegramas sancionándola por tomarse licencias contempladas dentro del convenio colectivo de sanidad, se asesoró legalmente y respondió pero esto le generó un conflicto peor puertas adentro.

Eva es madre sola de dos hijas, único sostén de hogar. Las licencias que se tomó fueron para cuidar a sus hijas por enfermedad o para cambiar de turno y poder asistir a un turno médico. Tareas de cuidado que debe ejercer en soledad como única adulta responsable en su hogar.

A este hecho de ser madre básicamente, se sumó el aviso de su postulación a las próximas elecciones de delegados. Hace cinco años que no hay elecciones en Emergencias pero ante la acumulación de problemas, los trabajadores empezaron a organizarse y ella notificó a la empresa de su actividad gremial y de sus aspiraciones para representar a sus compañeros y compañeras.

«Nosotros decimos que es un despido discriminatorio, la empresa la despide por ser activista gremial», afirmó Daniela Magoc, compañera de Eva y delegada de Atsa. No todas las delegadas le prestaron atención: «Ninguna de las delegadas (del Centro de Atención al Cliente, Despacho ni de Recepción y Clasificación de Incidentes – turno mañana) intentaron hablar conmigo para representar mi reclamo ni preguntar qué había pasado, y dan respuestas como haber logrado que me paguen una indemnización o que no las contacté cosa que es mentira porque a la última delegada que mencioné le conté y me sugirió que buscara un abogado por mi cuenta», afirmó Fernández.

En paralelo a este despido discriminatorio, la Emergencias empezó a ofrecer retiros voluntarios a quienes reclamaban por mejores condiciones laborales. Algunos los aceptaron, en palabras de ellos, «priorizando la salud mental».

Eva Fernández reclama su reincorporación: «Que despidan a una activista sindical y próxima a postularse es un ataque a nuestros derechos, tenemos que defenderlos, así como a los compañeros y compañeras que son perseguidos con el objetivo de conseguir sus renuncias o aceptación de retiros voluntarios que ellos proponen, sin importar el daño psicológico y moral que ocasionan con estás prácticas violentas».

«Detrás de cada uno y cada una hay una familia, hay una vida personal y hay derechos», concluyó.