Desde el lunes, los empleados del Banco Central de la República Argentina (BCRA) realizan una medida de fuerza para que las autoridades de la entidad «respeten el acuerdo laboral» firmado en el primer semestre del año, que contempla un reajuste de sueldos y la suba de varios ítems salariales.
Frente a la falta de respuestas los empleados decidieron que el cese de tareas continuará durante toda la semana, aunque habrá que esperar la esperar si la renuncia del titular del BCRA, Juan Carlos Fabrega y la llegada de Alejandro Vanoli logra abrir algún canal de dialogo para encontrarle una salida a la situación.
Este miércoles, los trabajadores bancarios cumplieron su tercera jornada de huelga de reclamos, con una movilización a la sede del banco en la calle Reconquista 266, y luego a Leandro Alemn 650, donde se ubica la oficina principal del Ministerio de Trabajo.
Las fuentes sindicales indicaron que se trata de una «medida histórica» y que la adhesión tiene una «magnitud impensada» por lo que podría afectar a la operatoria de la institución. No se descarta que la máxima autoridad monetaria esté diseñando un «plan de contingencia» para aminorar el impacto del paro, señalaron.
«Más del 80% de los trabajadores se encuentran adheridos a la medida de fuerza, destacándose los sectores operativos relacionados al reparto de caudales, que en el transcurso de la medida se hará sentir en el resto del sistema financiero», aseguraron los delegados Nicolás Rodríguez y Ricardo Torre.
Los empleados reclaman «que se respete el acuerdo que contempla el Respeto de los Derechos Adquiridos que tienen los trabajadores del Central de reajustar unos ítems no convencionales; cumplimentar el acta-acuerdo 2011 en relación al Plan de Salud para los compañeros Jubilados y un plan para incorporar trabajadores de empresas tercerizadas».
«También resulta urgente que este Banco atienda, como sí lo hacen otros Bancos y Organismos del Estado, el nefasto impuesto al salario, mal llamado Ganancias», señalaron los delegados.
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