
La UOM, gremio que lidera Abel Furlán, espera que el Gobierno valide el acuerdo salarial firmado con las cámaras empresarias. Si no hay luz verde de la Secretaría de Trabajo, reactivarán el plan de lucha aprobado en abril.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) aguarda con tensión la homologación del acuerdo paritario firmado con la mayoría de las cámaras empresariales del sector. El entendimiento, que implica una mejora salarial acumulada del 11,2% y gratificaciones extraordinarias, fue elevado a la Secretaría de Trabajo que encabeza Julio Cordero. Desde el gremio advierten que, si el Gobierno no valida el convenio, pondrán en marcha el plan de lucha aprobado por su Congreso de Delegados.
“El Gobierno demora la homologación. Parece que no aceptan que podamos llegar a un entendimiento privado que garantice mejoras reales”, señaló Rubén Urbano, secretario de Prensa de la UOM. El dirigente destacó que el acuerdo fue alcanzado tras casi cuatro meses de negociaciones, y con resistencia tanto del Ejecutivo como de una parte del empresariado. Camima, la cámara pyme, fue la única en rechazar el convenio, aludiendo a dificultades económicas para cumplirlo.

Desde la seccional de Quilmes, Adrián Pérez, también criticó con dureza a Camima. “No se entienden los argumentos de Ammaturo. Este Gobierno nacional es el suyo. No lo escuché reclamarle nada a Milei por la situación que hoy tanto lo inquieta”, dijo, sugiriendo motivaciones políticas detrás del rechazo. Pérez vinculó la postura de esa cámara con un intento de alinearse a la pauta salarial mínima impulsada desde el Gobierno, e incluso con especulaciones electorales.
El acuerdo, que cubre el período abril 2025-marzo 2026, contempla además una cláusula de revisión para septiembre y la creación de un Ingreso Mínimo Global de Referencia (IMGR). Las cámaras firmantes —Adimra, Afarte, Caiama, Fedehogar y AFAC— se comprometieron a mantener la paz social mientras el convenio esté vigente. Sin embargo, en caso de no obtener la homologación oficial, la conducción de la UOM advirtió que no dudará en convocar a movilizaciones, paros o huelgas escalonadas.
“Queremos evitar el conflicto, pero si no se reconoce el acuerdo, avanzaremos. No entendemos esta actitud del Gobierno, que le niega una mejora a quienes ven deteriorarse sus salarios todos los días”, concluyó Urbano, dejando claro que el gremio no se quedará de brazos cruzados ante una eventual negativa oficial. La homologación, que en otros tiempos era un trámite, hoy se convierte en un nuevo punto de tensión en el escenario laboral argentino.