#ENFOQUE En medio del abandono del sector público, sube la informalidad y la recaudación crece muy por debajo de la inflación

(Por Pablo Maradei) Se trata de un combo compuesto por la caída de la actividad económica y el abandono del Estado de sus funciones más básicas. Casi sin controles, la recaudación ya no sigue, ni de cerca, la suba de precios.

La caída de toda la actividad y por lo tanto de las ventas produce una cadena, por cierto nada virtuosa, de menos productividad (ya se conoció el dato de que el uso de la capacidad a enero fue del 54,6%, cifra que le sigue al piso, de 48,2% que se reflejó en el 2002, luego del estallido del 2001), más cierre de Pymes o parate en las fábricas como ocurre con el gigante Acindar, lo que provoca desempleo, cesantías o pedirle a los trabajadores que se tomen vacaciones por adelantado. Al panorama miserable, se le suma que la recaudación por ventas es cada vez menor; lo que agrava el cuadro de situación la altísima evasión impositiva que articulan los empresarios, que según el Presidente son los «héroes» del sistema. Por lo que reconstruyó InfoGremiales la evasión de: 

– IVA, era del 25% según el último registro oficial y certero de la AFIP que data de 2005. Hoy ese número supera el 30%.

– Ganancias de sociedades; o lo que antiguamente era el impuesto a la renta: ronda el 50%.

– Según la Encuesta permanente de Hogares, el 50% del empleo es en negro; por lo tanto lo que deja de recaudar el Estado por los aportes previsionales es un porcentaje similar. 

– En muchos sectores formales hay remuneración en negro; por lo que ese porcentaje del salario tampoco hace aportes a la seguridad social. 

«No hay operativos de inspectores de la AFIP excepcionales o mayores a los habituales», detallan a InfoGremiales desde las entrañas de la AFIP. «Será que no hay plata, lo que es un loop en sí», conjeturan ya con sorna. 

En el otro lado, hay otros tributos, «como son los impuestos internos a los combustibles y el impuesto al cheque, en los que la evasión es nula«, agregan para llevar un poco de sosiego al tema. 

El sindicato de la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (AEFIP), que conduce Pablo Flores, publica un informe mensual de la recaudación desde hace mucho tiempo, bastante útil para seguir el dato de la recaudación. El último es del mes de febrero y muestra una caída en relación a enero, lo que es un comportamiento normal año tras año, ya que siempre enero tiene un crecimiento estacional debido a la recaudación de seguridad social por el pago del aguinaldo. 

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Sin embargo, si analizamos los ingresos impositivos solamente, sin incluir la seguridad social o el comercio exterior, vemos un crecimiento del 14,7% de febrero en relación a enero, que no está dando cuenta del aumento de precios. De hecho, y siempre según este documento, ya la recaudación de impuestos de enero comparados con diciembre daba un escaso aumento del 6,9%. Estos dos crecimientos no sostienen ni siquiera la mitad del aumento de precios del verano que tienen una inflación acumulada del 2024 del 36% y que sube al 50% si agregamos diciembre. 

#ENFOQUE En medio del abandono del sector público, sube la informalidad y la recaudación crece muy por debajo de la inflación

Estos datos indican la fuerte retracción del consumo que otros estudios están indicando como el de CAME que muestra una caída de ventas minoristas del 28,5% en enero. 

Asimismo los informes de Comercio del INDEC están mostrando caídas del consumo en Diciembre, a precios constantes del 6,6%;

Finalmente, el índice de Producción Manufacturero muestra en enero del 2024 una caída del 12,4% con una apertura sectorial que muestra números negativos impactantes como la caída del 24% del sector de máquinas o muebles o del 32% en equipos e instrumentos electrónicos. En la encuesta a las industrias que acompaña el Informe, una de cada 5 empresas anticipan que disminuirán su personal antes de abril por lo que el índice que deberemos analizar en lo inmediato será el índice de empleo. 

Consultados por InfoGremiales, desde el sindicato AEFIP convalidaron estos datos y aseguraron que están realizando un seguimiento atento de las variables fiscales asociadas a la actividad económica real, tanto en forma general como sectorialmente, incluyendo el nivel de empleo, de consumo y de ingreso.

El desaguisado económico es desconcertante y alarmante, tanto para empresarios chicos como mediamos; y así también para los trabajadores: todos ellos a la espera de la promesa del Gobierno, de que serán estos primeros meses; algo así como «el segundo semestre de Macri» que nunca llegó.