Denuncias penales y nueva reunión en Calsa

Desde hace 32 días los trabajadores de la empresa alimenticia de capitales ingleses Calsa, paran y acampan en la planta que la firma posee en el partido bonaerense de Lanús. La medida se produce en rechazo de los 61 despidos compulsivos que se vivieron en el último tiempo. Como respuesta a la medida la empresa sólo ofreció reincorporar a un grupo y dejar fuera de la negociación a los empleados más comprometidos con la organización gremial.

Pero la situación ayer se agravó cuando comenzaron a llegar notificaciones de causas penales que la empresa le realiza a distintos trabajadores. Las denuncias, que hablan de violencia, daños y perjuicios a la propiedad, amenazas e intimidaciones fueron recibidas por los empleados con sorpresa. «Lo que quiere realizar Calsa con estas causas inventadas es justificar despidos que realizó sin causa» le dijeron a Info Gremiales.

Además luego de negociaciones con el gremio, el Ministerio de Trabajo  de la Provincia de Buenos Aires convocó a una nueva audiencia para el lunes próximo. Aunque las expectativas están puestas en una resolución los trabajadores son un tanto escéticos»Nuestro deseo es que en la audiencia nos propongan una solución, pero pensamos que es muy dificil porque hasta ahora no mostró voluntad de buscar salidas», comentaron.

Por su parte, el diputado provincial del Frente para la Victoria (FpV) Miguel Funes se acercó al lugar junto a los concejales kirchneristas de Lanús, Gabriel Sandoval y Aldana Damone, en solidaridad con los despedidos.

«Hace unas semanas tomamos conocimiento del conflicto surgido en esta empresa de capitales ingleses, y decidimos venir a solidarizarnos», aseguró el legislador. «Los trabajadores se encuentran resistiendo esta embestida patronal de despedir sin causa a los empleados, y de esta manera tratar de amedrentar», remarcó el legislador en la puerta de la planta ubicada en Gobernador Rodríguez al 3000 de Lanús Este.

El diputado sostuvo que «los militantes y los compañeros del campo sindical nos preguntamos que dirá el estudio jurídico Funes de Rioja & Asociados -representante de la firma-, y algunos sectores representativos del empresariado, cuando van a hablar a la OIT, donde ayer fue leída una carta del papa Francisco que llamaba al diálogo y remarcaba que el desempleo expande las fronteras de la pobreza».

El conflicto en Calsa comenzó a fines de 2013, cuando la empresa británica tomó la decisión de despedir sin causa de Daniel Franco, hecho que generó las protestas de sus compañeros, que si bien lograron la reincorporación del trabajador, luego sufrieron represalias por parte de la patronal, que además comenzó una campaña de persecución y despedidos contra los empleados volcados a la actividad gremial.