Tres tristes tigres
Habrá que mirar mucho en la historia de la CGT para encontrar una conducción del Movimiento Obrero Organizado que quede en manos de tres dirigentes carentes de ese aura especial, que las bases y el aparato sindical depara a sus dirigentes de fuste. Entiéndase el punto, ni Saul Ubaldini, ni Augusto Timoteo Vandor, ni Hugo Moyano, ni José Ignacio Rucci, ni siquiera Rodolfo Daer -sólo por citar algunos ejemplos- estaban carentes de esa mística al momento de iniciar su mandato al frente de la central obrera.
Este dato de color ilustra algo sobre el verdadero trasfondo que se inicia con esta nueva CGT, pretenciosamente unificada. Entre lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer. Solicitamos paciencia del lector en esta afirmación, no todo lo viejo es por sí obsoleto y triste...