Intratables

(por pablo cano) Nadie podrá decir que el Gobierno que encabeza Mauricio Macri está de vacaciones. Contra las engañosas fotos de Mauricio en el Sur y Vidal comprando juguetes como si fuera una mamá de nordelta es claro que la agenda de enero tiene un recorrido previamente establecido y es así que el operativo tenazas sobre la oposición no se ha detenido ni un día. Incluso para aquellos que son «opo-blanda» les viene el sogazo para que no duden y definan

Sobre las postrimerías del 2017, un ignoto sub secretario efectuó una denuncia penal contra una decena de diputados nacionales por los hechos ocurridos en la fallida sesión del 14 de diciembre dónde el oficialismo tuvo que postergar unos días la sanción en Diputados de la reforma previsional. No debe haber muchos antecedentes no sólo en Argentina sino en ninguna democracia dónde el poder ejecutivo denuncie a miembros del poder legislativo por las discusiones de mayor o menor tono que se producen en el ámbito parlamentario. Un triste récord para aquellos que venían a restaurar la república.

Al inicio de este año, el apriete parte 2 viene sobre la corporación sindical que se arropa bajo los grandes gremios y sus obras sociales, instalando a partir de los comunicadores oficiosos el plan «gobierno vs. mafias y violentos».  Ayer en el programa «Intratables» el ex relator de fútbol (recordado por su enorme cantidad de yerros en tal función)Paulo Vilouta sacó chapa de candidato a reemplazar a Majul, Leuco o incluso Laurita Alonso machacando  con ahínco la doble nelson en su rol de conductor suplente del «Magazine»(?) de América. Martilló con el patrimonio de los sindicalistas largos 40 minutos y antes y después se cansó de repetir que la conducta de los diputados denunciados era violenta y antidemocrática. En definitiva, Vilouta, un fiel ejecutor de la estrategia comunicacional que conduce el mormón negro de CAMBIEMOS -Marcos Peña-, anticipa lo que será el tono de la próxima épica oficialista, aquellos que lo enfrentan ya no son sólo corruptos sino que también son violentos.

Sin embargo, lo que realmente ha comenzado bajo la guerra de superficie que el gobierno plantea para este verano -la reforma laboral- es la captura de un botín largamente preciado por los grandes dueños del país: las Obras Sociales. Incluso, podría decirse que hábilmente se prevé tal secuencia en dos etapas, una en ajustar el sistema en pocas y grandes obras sociales para luego sí dar el zarpazo y eliminar sustancialmente el sistema de salud mas importante que tiene el país y que -vale resaltar- sostiene a sus afiliados con cápitas  menores a las de sistema privado de salud. La vuelta del «descreme» es un horizonte cercano para los no pocos amigos del Presidente que habitan el rentable negocio de la Salud, pero no ya en la búsqueda de los aportantes al sistema de mayor calidad (los sueldos altos) sino que en la forma de tomar el control de las grandes obras sociales.

Mientras tanto, una generación de dirigentes a las que ya les han robado el atril sigue sin poder anticipar las jugadas de un gobierno que se vuelve cada vez mas voraz y sanguinario para con sus enemigos…deberían recordar que Macri es un ingeniero poco afecto a los giros literarios y en tal motivo tendrían que tener mucho mas presente aquello de los 562 nombres que el Presidente pondría en un cohete a la luna.

Por lo pronto, sólo Hugo Moyano parece lo suficientemente atento para darse una estrategia que lo baje de tal viaje.