
Por Eduardo Porto (@periferiacts) – A la par de la estrategia parlamentaria los trabajadores de ambos gremios avanzan en varias provincias con medidas judiciales para frenar la aplicación del DNU 462/2025 contra el organismo de tecnología agropecuaria. La apuesta por la estrategia judicial en una semana en la que la Justicia frenó la disolución de Vialidad Nacional.
Además de la estrategia parlamentaria, los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) pusieron en marcha la alternativa judicial y ya presentaron un amparo que frene la aplicación del decreto 462/2025, por sus implicancias productivas, científico-tecnológicas, sociales y sanitarias potenciales.
Es que el Sindicato del Personal del Instituto de Tecnología Agropecuaria (APINTA) junto al de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en INTA, presentaron una acción de amparo en protección del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) contra la ofensiva del gobierno.
“Venimos a interponer acción de amparo, en los términos del art. 43 de la Constitución Nacional y del art. 47 de la ley 23.551, contra el ESTADO NACIONAL – PODER EJECUTIVO NACIONAL, con domicilio en la calle Balcarce 50 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a fin de que se declare la nulidad, inconstitucionalidad e inconvencionalidad de los arts. 59 a 69 del Dto. 462/2025 por configurar una desviación de poder que oculta una disolución, desfederalización, y vaciamiento del INTA, expresamente vedado por el art. 2 de la ley 27.742, y por resultar asimismo violatorio de los fundamentos que dieron lugar a su creación por Dto. Ley 21680/56, afectando con ilegalidad y arbitrariedad manifiesta la garantía de estabilidad en el empleo público expresamente prevista en el art. 14 bis de la Constitución Nacional”, dice el primer punto del amparo presentado ante la justicia.
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De acuerdo a lo que entienden los trabajadores, el gobierno quiere sacar a remate 40.000 hectáreas rurales del INTA “para construir barrios cerrados, vender sus patentes de eventos tecnológicos, apropiarse de los recursos financieros que tienen en el Banco Nación, y generar despidos de científicos y técnicos que al Estado le costó décadas formar”.
APINTA y ATE argumentan que la declaración de emergencia económica, es similar a un Estado de sitio: “Un remedio atípico ante una conmoción anormal, extraordinaria e imprevista, la que pone en riesgo la misma existencia del Estado. La Ley Bases declaró una emergencia general haciendo abuso de poder, sin que exista una conmoción anormal e imprevista y, con la excusa de esa emergencia, le dio al Poder Ejecutivo la facultad de gobernar por decreto”.

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Las gremiales de los trabajadores estatales no ven que sea urgente eliminar a las universidades de la conducción colegiada del INTA, ni excluirlos a los Consorcios de Experimentación Rural (AACREA), como pretende hacerlo el decreto delegado 462/2025.
Creen los denunciantes, que tampoco “se justifica el apuro en rebajar a la Sociedad Rural (SRA), Federación Agraria (FAA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y CONINAGRO, hoy decisores miembros del Consejo del INTA, para que pasen a ser a meros asesores sin opinión vinculante”.
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“La misma ley bases prohibió la disolución del INTA. Pero, de hecho, el INTA queda disuelto. De ser una persona jurídica sujeto de derecho (como una sociedad, una asociación civil, una fundación) el 462/2025 lo convierte en una mera oficina interna de la Administración Publica Central. El INTA pierde así su CUIT, y todos sus bienes (tierras, patentes y maquinarias) pasan al ministerio de economía, que ya se está preparando para sacarlos a remate. Sin contar la ola de nuevos despidos que esto va a generar”, agregaron también los trabajadores.
El amparo quedó radicado en el juzgado nacional del trabajo, dado que “quienes resultaran más perjudicados de la ofensiva contra el INTA son los trabajadores científicos y extensionistas de la institución”.