Abel Furlán: «El peronismo nunca fue neutral a la hora de la puja distributiva y este Gobierno no puede ser la excepción»

(Por Luis Autalán @luisautalan / Fotografía Ariel Gaspardi) Desde la conducción de una UOM que movilizó por las calles para reforzar su magro acuerdo paritario inicial y llevarlo al 65%, su nuevo Secretario General Abel Furlán, le pide al Gobierno, en pleno inicio de la «Era Massa», que no sea neutral en la discusión sobre distribuir riqueza. Mirada kirchnerista para considerar que el objetivo primordial y colectivo del peronismo es no cederle terreno a la derecha y a los mercados para que «apliquen» su solución que, afirmó, «es más pobreza y desigualdad». La obsesión de pensamiento y acción por la justicia social lo define con un voto cantado a favor de los ejes que sostiene la Corriente Federal de Trabajadores (CFT).

Un piso arriba de su despacho de la sede de Alsina casi Bolívar, hay delegados de la UOM que, en modo federal, debaten sobre temas varios y desde de esa comitiva lo requieren para una foto donde posará con esos representantes y luego regresará a la charla. Momento para ordenar apuntes y sintetizar que ese dirigente de cabellos blancos y 62 años recorrió casi todos los estamentos del gremio metalúrgico como también cargos políticos del PJ, de concejal a diputado nacional. Un currículum que sería engorroso para detallar a trazo completo. Pero ambas sendas marcadas por el peronismo, al cual no separa ni por un instante del kirchnerismo, incluso en de la grieta del Frente de Todos.

Abel Furlán nacido en Zárate y riverplatense a tiempo completo es desde hace algunos meses el Secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica. Ya tuvo su primera pulseada paritaria para revisar el acuerdo 2022, allí su gremio regresó a las calles para fortalecer y reafirmar postura al límite, léase, a un paso de una huelga nacional lograron el acuerdo. Pero la saga de la crisis del Gobierno y el oficialismo no deja lugar a pausas o recreos, llegará la reunión del jueves 11 con el nuevo ministro de Economía Sergio Massa y empresarios, para definir medicina urgente en los sueldos, otra puja interna de la CGT en cuanto a paritarias o sumas fijas. Y el miércoles 17 será la marcha, también de gestación convulsionada, lanzada desde Azopardo.

A consideración de Furlán no se admiten medias tintas para concretarla y dedicar algo más que «cantitos» desde las columnas o sólo un respaldo declamativo al Gobierno Nacional. Los fundamentos entonces para ganar las calles, los enumera el líder metalúrgico. «No podemos estar soportando la inflación que tenemos, la pérdida del poder adquisitivo, lo escandalosa que es la canasta alimentaria en las góndolas, la especulación financiera de aquellos sectores que pregonan y siguen pregonando por una devaluación», asevera. Y sacando cuentas sencillas acota: «la Argentina tiene 40% de pobres, o supera el 40% de pobreza, imaginate una devaluación del 30%. ¿Cuántos pobres más habría entonces? ¿Qué sería de los trabajadores que nos dicen que a sus salarios del faltan 10 días, porque no pueden llegar a un plato de comida por jornada durante todo un mes? No puede ser que el Movimiento Obrero se quede callado ante tanta injusticia. Tenemos un rol, bueno, hagámonos cargo de eso».

Un dato más, a título personal, antes de las preguntas y respuestas. En 2008 fue designado responsable de Prensa en la UOM, hasta la fecha, incluyendo tardes y noches lúgubres a fines de 2015 la cantidad de charlas informales con él superó en extensión a las notas propiamente dichas. Lo cual nos certificó que sus silencios y semblantes, incluso en eventos públicos, hablan tanto de su personalidad como sus textuales ya sea para coincidir o discrepar. Se abre la sesión entonces:

«El Movimiento Obrero tiene que permitirse discutir un modelo de país y encontrar los consensos necesarios para que podamos. Más allá de los Gobiernos que nos toquen, sostener los intereses que nosotros representamos se hace casi imprescindible»

Abel Furlán

-De la gente que sigue a InfoGremiales tenemos acompañamiento y algunas propuestas. Entre ellas nos piden que no hablemos del Perón «de la estampita», que lo pongamos en contexto. Y en ésa línea Walter Correa, del gremio de Curtidores, nos dijo que para muchas generaciones su Perón y su Evita fueron Néstor y Cristina.

-Salvando las distancias lo comparto absolutamente. Néstor nos devolvió el rol protagónico al Movimiento Obrero y a la política la centralidad que nunca debió dejar de tener en la Argentina, y Cristina también. Ambos sembraron el peronismo que nosotros sentimos en los y las jóvenes.

-Los metalúrgicos, como política gremial, se han propuesto el reconocimiento y respeto por la mujer. ¿Para el caso puntual de Cristina Fernández, cuando se la destrata, incluso desde la dirigencia del Movimiento Obrero, arracan desde su condición de mujer para hacerlo?

-¡Totalmente! Hay compañeros a los que les cuesta entender que Cristina es una dirigente de fuste y que representa lo más sensible del peronismo.

-Algo que no pasa con María Eugenia Vidal, Patricia Bullrich, Elisa Carrió y otras. No sucede de la misma manera y con el mismo odio. ¿Le duele?

-Me molesta, sobre todo cuando hay ataques de los propios compañeros. Del neoliberalismo, de la oposición, sabemos que nunca van a cambiar, lo hicieron con Evita y lo siguen haciendo con Cristina. Y es más, lo van a seguir haciendo con quienes aparezcan reivindicando lo más profundo del peronismo en la disputa donde se defienden los intereses de los desposeídos.

-¿La discusión sobre si el kirchnerismo es peronismo es perder el tiempo?

-Sí, totalmente.

Abel Furlán - InfoGremiales
Abel Furlán

-¿Tiene contados los días desde que arrancó la «era Furlán» al frente de la UOM?

-No, no los cuento… (risas)

-¿Y alguna estadística de cuántos más son los que dicen ahora ser sus amigos? Me refiero a esa clasificación popular que versa sobre «los Amigos del Campeón».

-Es cierto que en las primeras 24 horas, luego de asumir como secretario general, le gané a Roberto Carlos. ¡Hice más de un millón y medio de amigos! (risas). Pero créeme que no cuento los días, la verdad es que se están pasando muy rápido como para entretenerme o pararme a contarlos.

-A quienes están afuera del ambiente gremial les cuesta interpretar el «verticalismo». Dentro de ese concepto, ¿muchas de las cosas que usted calló en su momento fueron fueron por respeto a quienes conducían? ¿O es conducta, principios, enseñanza familiar heredada?

-El verticalismo tiene que ver con la lealtad, el respeto a quién conduce, tiene que ver con la organicidad, tiene que ver con que uno sea parte de una organización que tiene una cabeza, y cuando uno tiene una cabeza que lo conduce tiene que ser muy respetuoso y muy leal a la misma.

-¿Un párrafo para quienes digamos, padecieron o padecen al Furlán sindicalista, diputado, presidente del PJ en Campana y otras responsabilidades?

-Tengo a mi esposa, seis hijos y cuatro nietos. Tengo mellizas de 37 años, después un hijo varón de 30, tengo otro varón de 27, otro de 22 y el más chico de 19, cuatro varones y dos mujeres.

-¿Tuvo un hijo al inicio del kirchnerismo?

-Nació en 2002, ahí cerquita, tenía 1 año cuando arrancó la presidencia de Néstor.

-¿Padre celoso?

-No tanto.

«El secreto de haber destrabado la paritaria de la UOM fue la realidad que viven los trabajadores que contrasta con la realidad de las empresas. Todos los empresarios sabían que tenían que pagar más, porque les está yendo mucho mejor. No puede ser que el sector empresario piense en ser socio de los trabajadores solamente para las pérdidas»

-¿Todos son peronistas, kirchneristas, todos de River Plate?

-¡Como debe ser! (carcajadas)

-Un sindicalista contó que lo invitaron a almorzar a la casa de Hugo Moyano un domingo y la mesa parecía un consejo directivo. ¿Cuándo se juntan los Furlán pasa algo parecido?

-No, jejejeje. Se habla de política por supuesto, pero de sindicalismo no tanto. Mis dos hijas mayores, las mellizas, ya casadas, me dieron dos nietos cada una, y tengo los otros cuatro hijos, uno trabajando en Siderca y los otros tres, Fernando que se está recibiendo de médico este año, Enzo que está en cuarto baño de medicina y Franco que tiene 19 y empezó a estudiar aviación.

-Se llama Enzo por…

-Por Enzo Francescoli, claro. (lo firma, guiñando un ojo)

-En la familia metalúrgica hay preocupación. Usted participó de un congreso de la UOM, con varias seccionales del norte en Tucumán, y le subrayó a Alejandro Bercovich en C5N, que lo impresionó la situación de esos trabajadores y trabajadores, los testimonios que le brindaron.

-Sí claro, la Argentina hoy tiene un momento muy difícil para los trabajadores. Mientras la economía crece, mientras la producción crece, los trabajadores cada vez ganamos menos y eso es una injusticia que debemos resolver. Y es una injusticia porque el trabajo, desde el peronismo, se pensó para darle dignidad al trabajador y hoy el salario promedio en Argentina ronda entre 75.000 y 80.000 pesos cuando la canasta alimentaria es de 105.000 pesos. Los compañeros en Tucumán me decían que les faltaban 10 días para llegar a fin de mes y es indigno que un trabajador te cuente eso que le toca vivir. «Mirá yo que me levanto a las 4 de la mañana, me ve mi esposa y me ven mis hijos, ¿y el día 20 les tengo que decir que no me alcanzó para garantizarles el plato de comida?». Eso me decían y no hablaban de comprar un par de zapatillas, hablaban de garantizar lo más esencial del ser humano que es un plato de comida…

-¿Y entonces?

-Entonces hay mucho camino por recorrer y no estoy diciendo con esto que resolviendo el problema de garantizar el plato de comida, el trabajador va a encontrar su felicidad. Soy un convencido de que el trabajador, las trabajadoras, merecen mucho más. Merecen poder darle un estudio a sus hijos, irse de vacaciones o si tienen la dicha de que llegó un hijo más de poder ampliar su casa y tener el dinero para construir una piecita más.
Te hablo de lo que todavía son proyectos inconclusos que tienen los trabajadores y trabajadoras y es por lo que nosotros debemos estar peleando para conseguir que esos objetivos, esos proyectos de vida que tiene cualquier trabajador se concreten.

-Esto que dice ya lo había expresado en la movilización al ministerio de Trabajo por la paritaria, y ahí le pidió al Gobierno que dejara de ser neutral. Ahí recordamos que Daniel Yofra de Aceiteros, nos dijo «este Gobierno trata mejor a los empresarios que a los trabajadores». ¿Cuál fue el secreto para destrabar la revisión paritaria de la UOM?

-El secreto de haber destrabado la paritaria es la realidad que viven los trabajadores argentinos que contrasta con la que viven las empresas. Todos los empresarios sabían que tenían que pagar más, porque le está yendo mucho mejor. No puede ser que el sector empresario piense en ser socio de los trabajadores cuando tiene pérdidas y cuando les va bien dan la espalda. Me parece que lo sustancial o el argumento más sólido que hemos tenido para resolver la paritaria en esta instancia, ha sido que nuestros planteos fueron determinantes, porque además el salario está deprimido por la inflación y se hacía imperiosa la necesidad de recuperar algo de poder adquisitivo.

-¿Cuántas horas antes supo que llegaba el acuerdo? ¿Tuvo un pálpito o datos duros? Porque un día u horas antes de la firma el sector empresario decía que el aumento era inviable.

-Lo supe 20 minutos antes de firmar el acta, no antes. Estábamos convencidos de que hacíamos lo correcto y lo que nos demandaban nuestros compañeros y compañeras. Pero no fue una sorpresa, estábamos convencidos que lo íbamos a lograr.

-Y como toda paritaria es política, ¿ayudó en algo el Gobierno?

-No, fue una paritaria que la llevamos adelante la organización sindical y los empresarios, sí tuvimos el gesto del ministro Moroni (Claudio) para venir a firmar el acta cuando alcanzamos el acuerdo, pero la discusión fue entre el sector empresario y la organización sindical, en el ámbito del Ministerio que cumplió su rol tratando de acercar a las partes.

-Hace algunos años cuando cubríamos esta paritaria en la puerta del ministerio de Trabajo uno de los negociadores de Techint, harto de nuestras consultas nos dijo: «si fuera por mí a estos negros les doy cero de aumento». En este ciclo de entrevistas el titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo comentó que «no sólo es una cuestión de porcentajes y plata» que juega también la desconsideración al laburante…

-Iría un poquito más profundo, en una paritaria también se marca la cancha y se pone en juego una cuestión de poder: «te doy lo que yo quiero, no lo que vos me pedís». Y creo que de eso se trata con los grupos de poder. Por eso es muy importante para nosotros recuperar la representatividad, porque vamos a recuperar poder, y si recuperamos poder seguramente a la hora de la puja distributiva, cuando nos sentemos con los poderosos, a ver cómo nos vamos a repartir la riqueza que generamos, vamos a estar en una relación de fuerza mucho más pareja para poder dirimir esa cuestión.

«Néstor nos devolvió el rol protagónico al Movimiento Obrero y a la política la centralidad que nunca debió dejar de tener en la Argentina, y Cristina por supuesto que también. Ambos dejaron sembrado el peronismo que nosotros sentimos en los y las jóvenes»

-¿Al decir esto incluye al Secretariado Nacional de la UOM y a todos los delegados de base?

-Absolutamente, en una UOM donde no solamente está la unidad, sino también la recuperación del rol protagónico no sólo para defender lo que nosotros representamos, que son los intereses de los trabajadores y trabajadoras, sino también de estar en la centralidad de la discusión política para dirimir qué modelo de país queremos. Para tener certeza en el futuro, porque muchas veces hemos estado resolviendo la coyuntura pero ése es un plazo muy cortito. Los ciclos en la Argentina también se explican por no resolver las cuestiones de fondo que tienen que ver con buscar los consensos necesarios. Y no estoy hablando sólo de la UOM sino de todo el Movimiento Obrero, consensos sobre qué modelo de país queremos instalar en la Argentina y disputar la defensa de ese modelo. Más allá de los gobiernos, sean los que nosotros votamos o no, pero darle a ese modelo la prioridad en su defensa. Entonces vamos a tener mayor certeza de varias cuestiones, primero de mantener la unidad del Movimiento Obrero y segundo de estar defendiendo los intereses de los trabajadores y trabajadoras. Porque sabemos que un modelo que contenga desarrollo de la industria, tecnológico, empleabilidad, producción y una justa distribución de la riqueza, va a poder contener a todos los sectores que lo componemos.
Y si esto sucede vamos a tener la fuerza necesaria para sostenernos con firmeza ante el neoliberalismo que siempre viene con políticas de desindustrialización y ajuste.

-¿Cómo se lleva con su ego?

-Tengo mi ego, claro.

-¿Se tratan de usted o se tutean?

-Nos tuteamos. (sonrisas)

-¿Si en la Argentina se define una ley para que todos y todas paguen un impuesto al ego, cancelamos la deuda externa?

-Totalmente, no tengas dudas.

-John Lennon, con los Beatles el pico de su fama, fue a una entrevista en vivo para la TV de Estados Unidos y cuando supo que la audiencia eran millones de personas, se quedó sin verborragia apenas fue parco. En la UOM hoy existen 200 mil trabajadores y trabajadoras…

-235.000.

-Perfecto, vale el dato. ¿Hay algún momento del día donde esas 235.000 personas, que son varias canchas de River Plate llenas que le reclaman a usted algo más que protección? ¿Siente ese peso, le pasa lo que le sucedió a Lennon, de quedarse sin palabras?

-Sí claro, cuando uno tiene este lugar de responsabilidad no deja de pensar en los que tiene detrás a la hora de representarlos. Y por eso nos hemos decidido a recorrer nuestra Argentina llevando adelante los congresos regionales y tratando de recuperar la representatividad a partir del contacto con los delegados. Ahora le vamos a estar agregando otra grata alternativa que es ir a recorrer las fábricas para estar con los trabajadores y trabajadoras. Tenemos que salir del microclima que nos genera la centralidad de nuestra organización. Porque tener contacto con la realidad en forma permanente nos hace tener más certezas de lo que viven nuestros compañeros y compañeras.

-Si de realidades se trata en la revisión paritaria los empresarios no se privaron de apuntar al perfil «K» de esta nueva conducción de la UOM. ¿Lo considera una jugada desleal o un capítulo más de la Grieta Nacional donde el kirchnerismo es mala palabra?

-Soy kirchnerista y todo el mundo lo sabe, Cristina que fue la que por ahí ha generado situaciones más encontradas en la Argentina y en 2011 tuvo el 54% de los votos, es decir no solo la votó el peronismo. Con lo cual creo que eso de que el kirchnerismo es mala palabra, lo han construido en gran parte los medios. También en su momento dijeron que el peronismo era mala palabra y el peronismo estuvo proscripto y sometido a las peores situaciones a nivel político de nuestro país. Cuando hay alguien que piensa y defiende los intereses de las grandes mayorías populares, siempre hay un sector del poder real desde donde tratan de desprestigiarlo. Es lo que está pasando hoy con la Justicia contra Cristina, pasó en Brasil con Dilma, con Lula. El desprestigio es una de las herramientas que tiene el poder real contra aquellos candidatos que defienden los ideales de las grandes mayorías populares. Y ahí buscan, de la peor manera, que esos candidatos pierdan representatividad, y ese rol protagónico de estar representando a las mayorías.

-Eso nos lleva a otra pregunta. ¿Qué pasa con usted cuando ve a pobres y laburantes seducidos por la derecha? ¿Es cuestión de los medios, de redes sociales, porque se odia fácil y siempre al mismo sector, porque se dice «peronistas y kirchneristas» como insulto?

-El poderío que tienen los medios hegemónicos de comunicación, es la batería que consume una parte importante de nuestro pueblo, sin saber cómo fueron las cosas y muchas veces logran confundirlo. Hace incluso que ellos tal vez estén votando en contra de sus propios intereses o compartiendo políticas que nada tienen que ver con ellos. Me parece que ahí tenemos que seguir trabajando para esclarecer a nuestro pueblo, para que entienda que la política es la única herramienta de transformación de la sociedad y la cual nosotros tenemos que valorar, y más aún en un proceso democrático como el que vive la Argentina. Porque no habrá otra solución posible. Lo decía Lorenzo Miguel, «no hay solución gremial sin solución política» y nuestra sociedad no va a encontrar soluciones si no es a través de la política. Mirá, a mí me puso contento que con la designación de Massa y esperando sus primeras medidas, la política haya recuperado la centralidad, porque de esta manera la Argentina va a encontrar soluciones mirando a las grandes mayorías populares. Si la solución que necesita la Argentina es impuesta por el mercado, esa salida va a ser más ajuste, pobreza, desigualdad, y eso es lo que tenemos que evitar.

«Soy kirchnerista y todo el mundo lo sabe. Creo que eso de que el kirchnerismo es mala palabra, lo han construido en gran parte los medios. También en su momento dijeron que el peronismo era mala palabra y el peronismo estuvo proscripto y sometido a las peores situaciones a nivel político de nuestro país»

-Sergio Tomás Massa, ministro de Economía, la reunión del jueves 11 donde usted estará con otros dirigentes sindicales, empresarios y el Gobierno. Tema libre, dígame qué piensa.

-Massa es la persona que hoy tiene la responsabilidad enorme de estar asumiendo el rol que le dio el Presidente y por supuesto que ha generado expectativas. Nosotros tenemos la esperanza de que él pueda dar respuestas a la problemática que tiene el Movimiento Obrero. Y esa esperanza es que el nuevo ministro de Economía que pueda estar siendo no neutral, sino un aliado incondicional para que en la puja distributiva se recupere el salario real, para resolver el problema de la inflación, que es un tema que «filetea», como digo siempre, el poder adquisitivo mes a mes de los trabajadores.

-Remarca necesaria la «no neutralidad» del Gobierno y los funcionarios que lo componen. ¿Se trata de ser objetivos pero no imparciales, es imperioso saber de qué lado se está?

-El peronismo nunca fue neutral a la hora de la puja distributiva y este Gobierno no puede ser la excepción.

-¿La UOM recupera protagonismo desde sus bases e inclusive con diferentes tonalidades políticas, es algo que se proponen más allá de las paritarias incluso?

-La UOM tiene, porque así lo marca su historia, una responsabilidad no sólo de defender los intereses de los trabajadores y trabajadoras que representa, sino construir y fortalecer la unidad del Movimiento Obrero y esa construcción implica discutir el modelo de país que queremos. Y ése es nuestro principal objetivo, recuperar el rol protagónico para que este pais a su vez recupere la memoria de estar haciendo feliz a su pueblo. Ese es nuestro principal objetivo.

-¿Cuántas veces le tocó comerse algún sapo dentro del menú sindical?

-Siempre uno se come sapos. También es cierto hacerlo deja un aprendizaje y desde ahí se trata de recuperarse y planificar objetivos que puedan evitar esa circunstancia para otra ocasión.

-Fue uno de los protagonistas del nacimiento de la Corriente Federal, hoy muy en boga, y pidiendo por marchar el 17 para denunciar a formadores de precios con nombre y apellido. Esa Corriente integra la CGT que a su vez sostiene su unidad con fórceps. ¿Hay mañana para esta central donde confluyan el moyanismo, la corriente, dialoguistas y otros?

-En la Corriente Federal tengo amigos muy apreciados, compartimos muchos momentos, fijate que la primera reunión de la CFT se hizo en el camping de la UOM en Zárate, la seccional que yo represento. Te repito, el Movimiento Obrero tiene que permitirse discutir un modelo de país y encontrar los consensos necesarios para que podamos, más allá de los Gobiernos que nos toque, sostener los intereses que nosotros representamos, se hace casi imprescindible. Por eso he reclamado en estos últimos tiempos, dentro de la discusión del consejo directivo de la CGT, la necesidad de salir a marchar, para expresar que no podemos estar soportando la inflación que tenemos, la pérdida del poder adquisitivo, lo escandalosa que es la canasta alimentaria en las góndolas, la especulación financiera de aquellos sectores que pregonan y siguen pregonando por una devaluación. La Argentina tiene 40% de pobres, o supera el 40% de pobreza, imaginate una devaluación del 30%. ¿Cuántos pobres más habría entonces? ¿Qué sería de los trabajadores que te comenté que nos dicen que a sus salarios del faltan 10 días, que no pueden llegar a un plato de comida por jornada? No puede ser que el Movimiento obrero se quede callado ante tanta injusticia. Tenemos un rol, alguien nos señaló como la columna vertebral del Movimiento Peronista, bueno, hagámonos cargo de eso. Nosotros también tenemos la obligación de salvar al peronismo de la situación en la que está y entiendo que el Movimiento Obrero tiene una gran oportunidad, no solo de salvar al peronismo sino de recuperar representatividad y poder para las grandes discusiones del modelo de país que debemos seguir señalando como el futuro que realmente nos merecemos.

-La deslealtad, las padecidas incluso en la UOM, ¿se las guarda para usted?

-Sí. Las deslealtades no se perdonan, pero no las voy a hacer públicas.