Se trata de Sergio Álvarez, secretario General del SUPA Necochea-Quequén. En las últimas horas surgieron denuncias por presunto «abuso sexual» a una trabajadora del sindicato. Además hay presiones por la opacidad con la que se maneja la economía del gremio. Todo a días de un proceso electoral.
A pocos días de un proceso electoral que definirá la conducción del SUPA Necochea-Quequén por los próximos años, surgieron múltiples cuestionamientos que comprometen la gestión de su actual secretario General y candidato a la reelección, Sergio Álvarez.
Según consta en actuaciones judiciales del Departamento Judicial de Necochea, Álvarez fue denunciado por presuntos hechos de acoso y abuso en el ámbito laboral. Las causas se tramitan en los fueros penal y de familia.
De acuerdo con el relato de la denunciante, el dirigente habría protagonizado un episodio de connotación sexual en su lugar de trabajo, previo a su despido. La mujer declaró que el secretario general le realizó insinuaciones y comentarios de carácter sexual durante una jornada laboral. Días después, fue desvinculada del gremio.
Según trascendió, en los próximos días la justicia podría avanzar con nuevas medidas en el marco de las investigaciones iniciadas.
A la par de la denuncia penal, trabajadores de la estiba portuaria expresaron su preocupación por la falta de rendición de cuentas y la ausencia de balances en los últimos años de gestión. “Queremos saber cómo se manejan los fondos del sindicato, hace tiempo que no hay informes ni asambleas claras”, manifestaron afiliados en declaraciones a Radio 10.

Las críticas apuntan a la administración de los recursos y a la escasa comunicación interna sobre el estado financiero del SUPA Necochea-Quequén, una situación que genera malestar y desconfianza en la base trabajadora.
El proceso electoral previsto para el 17 de noviembre será clave para definir el futuro del sindicato portuario.




