Los docentes nucleados en la Asociación de Magisterio de la Enseñanza Técnica (AMET) se pronunciaron en rechazo al proyecto de «Ley de Libertad Educativa» que impulsa el gobierno de Javier Milei y sostienen que «debilita el rol del Estado».
Los trabajadores docentes nucleados en la Asociación de Magisterio de la Enseñanza Técnica (AMET) se pronunciaron en rechazo a la Ley de Libertad Educativa que impulsa el gobierno de Javier Milei, y sostuvieron a través de un comunicado que «mercantiliza la Educación«.
El secretario general, Ariel Guede, advirtió que «el borrador que propone el gobierno presenta un modelo en el que las escuelas compiten entre sí y las familias son tratadas como consumidoras«.
«Desde AMET Provincia de Buenos Aires alertamos sobre el grave retroceso que implica el proyecto de “Ley de Libertad Educativa” impulsado por el Gobierno Nacional», señalaron los trabajadores de la educación técnica, y plantearon que «lejos de ampliar derechos, este borrador desfinancia al sistema educativo, profundiza desigualdades, avanza sobre derechos laborales y pone en riesgo el modelo de país productivo que necesita de una Educación Técnico Profesional fuerte, inclusiva y equipada».
El gremio sostiene que «frente a este intento de desmantelamiento, desde AMET analizamos punto por punto el impacto real que tendría esta reforma y reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de la educación pública y la educación técnico-profesional».
«Si el acceso a la educación depende de la ´libre elección´, entonces quienes tengan más recursos podrán elegir más y mejor. Pero quienes viven en contextos vulnerados dependerán de la oferta disponible», subraya el comunicado.
Es por eso que concluyen que «la propuesta del gobierno nacional profundiza la brecha entre estudiantes y condena a muchos a opciones educativas de menor calidad».
Por último, el gremio apunta que «la educación técnica necesita planificación, inversión sostenida, infraestructura, talleres y formación docente continua. En un esquema de ´libre competencia´ estas responsabilidades quedan diluidas y la calidad educativa depende de la capacidad económica de cada institución«.




