Mientras los mineros reclaman reincorporaciones, la gestión amenaza con cerrar Río Turbio

«Pareciera que la empresa ya desestimó las negociaciones o cree firmemente que no hay nada más para negociar salvo el último convenio que nos presentaron, armado sin la intervención de la intersindical, que es opresor y va en contra de los intereses del trabajador». aseveró el delegado de Punta Loyola -un puerto ubicado a 60 kilómetros de la capital santacruceña-.

La modalidad de la protesta en el ingreso norte a la ciudad de Río Gallegos consistía en la interrupción del tránsito con paréntesis de diez minutos por cada media hora para permitir que los vehículos puedan continuar circulando, aunque con importantes demoras.

En tanto, en la ruta nacional 40, la protesta se desarrollaba frente a la termousina y allí también los trabajadores intercalaban un lapso en el que permitían la circulación del tránsito, en este caso durante una hora luego de dos horas de corte.

«Nos han dicho de que si no aprobamos el nuevo convenio antes del 1 del mes que viene, decretan un proceso preventivo de crisis que no es más que los pasos previos para llevar a la quiebra a la empresa», denunció Campos.

No obstante, el delegado gremial consignó que la empresa ya depositó las liquidaciones finales de quienes se acogieron a los retiros voluntarios y de quienes fueron despedidos.

De acuerdo con información brindada desde la empresa, unos 250 empleados optaron por el retiro voluntario, otros 195 fueron despedidos y unos 50 trabajadores fueron reincorporados porque -argumentaron desde Ycrt- «estaban mal echados».

En tanto, desde el gremio aseguraron que «la mina está parada, pero se mantienen las guardias mínimas por seguridad».