Violencia sin fin

Ayer, luego de varios días internado, falleció Sebastián Peña. El hombre de 38 años era delegado de la seccional Neuquén de la UOCRA y había sido salvajemente golpeado en un enfrentamiento entre facciones del sindicato en un encuentro que se llevaba adelante en la localidad Piedra Buena de Santa Cruz.

Por los hechos la Policía detuvo a cinco personas, entre ellos el conocido dirigente Raúl “Conejo” Silva, Secretario General de la UOCRA Comodoro Rivadavia. En el operativo se secuestró una pistola Bersa Thunder 9 milímetros con cargadores y unos 14.700 pesos.

Los cinco referentes de la UOCRA Comodoro Rivadavia detenidos fueron alojados en la Comisaría Segunda, y por orden del titular del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Puerto San Julián, Ludovico Pío Pala, detenidos e incomunicados. Hoy se espera que se cambie la caratula de la causa de Lesiones a homicidio.

Pero esta situación no es nueva en el gremio de la construcción que a nivel nacional conduce Gerardo Martinez.

El propio «Conejo» Silva tuvo que salir a desvincularse en marzo pasado del homicidio del joven delegado Néstor Vázquez de 22 años y negó que el hecho tuviera relación con alguna cuestión sindical. La víctima era hijastro de Gortari otro dirigente del sindicato.

Pero el tema es más profundo y no es sólo una secciones sino que es moneda corriente. La violencia intrasindical de la UOCRA acumula en lo que va del año al menos diez ataques, incluyendo uno con granadas.

En distintas situaciones de violencia en los últimos meses fallecieron Darío Avalos de 40 años, Carlos Romero de 23 años, José Monsalve de 35 años, Nestor Vazquez de 22 años y Sebastián Peña de 38 años.

Todos los asesinatos repiten un mismo patrón de fondo: desmanejos de las conducciones y pelea por las cajas sindicales.

Este año ya se han registrado muertes en confrontaciones internas las seccionales Lomas de Zamora, Ensenada, Neuquén, Santa Cruz y Comodoro Rivadavia. También hubo episodios de violencia importantes en Bahía Blanca , La Plata y Quilmes. Y esto es sólo lo que toma estado público.

Desde el gremio intentan despegarse de la situación pero no ofrecen respuestas ante lo recurrente de los episodios. Gerardo Martinez, secretario general del sindicato, luego de un la muerte  de Carlos Romero declaró “Por favor no involucren a la UOCRA en actos delictivos”. Además agregó “La UOCRA defiende a los que trabajan más allá de sus ideas y dice no a la violencia”.

Hasta ahora la conducción nacional no intervino ni tomó cartas en el asunto. El aval por omisión pareciera dar más libertades para que los violentos hagan de la barbarie un hecho normal.

La UOCRA es un gremio que está cada vez más lejos de ser un gremio y cada vez más cerca de ser una banda.