Una familia necesitó un ingreso de $70.532 en septiembre para no ser pobre

Mientras se debate un difícil acuerdo entre el sector empresario y el Gobierno para ponerle tope por unos meses a la suba de precios, el INDEC difundió las cifras sobre el costo de la canasta básica en septiembre de 2021.

Una familia de cuatro integrantes necesitó en septiembre un ingreso de $70.532 para no ser considerada pobre, ya que el costo de la canasta básica subió 3,2%, informó el INDEC.

El mismo grupo familiar requirió un ingreso mínimo de $30.014 para no ser considerado indigente, con una suba del 2,7% respecto de agosto.

La suba mensual de la Canasta Básica Total (CBT), que define el nivel de pobreza, se ubicó por debajo de la inflación del mes del 3,5%.

En la comparación interanual, la canasta total registra un aumento del 49,4%, y desde diciembre pasado el alza llega al 28,7%, ambas mediciones por debajo de la variación del alza de precios minorista en el mismo período.

La Canasta Alimentaria, que define el nivel de indigencia, creció 54,5% en el último año, por encima de la inflación del 52,5%, y aumentó en los primeros nueve meses un 32,4%, por debajo del costo de vida del 37%.

Otros datos claves del informe

Según las cifras oficiales, una familia de cinco integrantes requirió un ingreso de $74.184 para no encontrarse en situación de pobreza.

Para el grupo familiar de tres miembros los ingresos debieron llegar en septiembre a los $54.422, para eludir la pobreza.

Para no ubicarse en situación de indigencia una familia de cinco miembros debió tener un ingreso mensual de $23.894 y de $31.567 en el caso de una familia de tres integrantes.

En el caso de un adulto mayor, el valor de los ingresos mensuales en septiembre para no ser pobre debió ser de $22.826, y para no caer en la indigencia de $9.713.

En septiembre, una familia de cuatro miembros que vive en la Ciudad de Buenos Aires debió contar con $67.780 para no ser pobre, un 3,23% más que en agosto, según datos de la Dirección General de Estadística y Censos porteña.

La misma familia, propietaria de la vivienda, precisó $36.891 para no caer en la línea de indigencia.

Se tensa la relación entre el Gobierno y las empresas alimenticias

En medio de las negociaciones por el congelamiento de precios, la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios de Argentina (COPAL) aseguró hoy que tiene «voluntad» de llegar a un acuerdo, pero no con «instancias de definición unilateral», mientras criticó al Gobierno por no tomar en cuenta las propuestas presentadas por el sector.

COPAL leyó los datos del INDEC y asumió «que no es la Industria de Alimentos y Bebidas (IAB) quien tracciona mayoritariamente en la inflación general».

«Muestra de ello es que el IPC de septiembre se incrementó un 3,5%, mientras que el IPC de alimentos y bebidas lo hizo por debajo de esta cifra, alcanzando un 2,9%», manifestó.

«El argumento de que la inflación se aceleró por los aumentos de la categoría de productos de alimentos y bebidas pierde sentido ya que existen otras divisiones cuyos precios crecen por encima del Índice IAB y del Índice General», argumentó el presidente de la COPAL, Daniel Funes de Rioja.

En ese sentido, analizó: «Frente a la amenaza de la aplicación de la Ley de Abastecimiento y las manifestaciones sobre codicia, hay que reconocer que la industria no es la causa de la inflación sino que sufre sus consecuencias».