Un fallo judicial en la Ciudad de Buenos Aires cambia la forma de calcular las indemnizaciones laborales: abandona el índice CER y adopta el RIPTE, lo que reduce el monto final para los trabajadores. La decisión responde a un nuevo criterio del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) porteño, perjudicial para los trabajadores y que podría impactar en miles de casos.
El Juzgado Nacional del Trabajo N° 35, a cargo del juez Alberto Calandrino, dictó un fallo que marca un cambio significativo en la forma de actualizar las indemnizaciones laborales dentro de la Ciudad de Buenos Aires. El magistrado resolvió adherir al nuevo criterio del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) porteño, que ordena aplicar el índice RIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables) como parámetro de actualización, dejando de lado el tradicional coeficiente CER y los intereses bancarios fijados por la Cámara Nacional del Trabajo.
El caso se originó a partir del reclamo de un trabajador que sufrió un accidente laboral en enero de 2024, mientras realizaba tareas de mantenimiento en un edificio de la calle Migueletes. El operario cayó desde una escalera y sufrió lesiones severas en la muñeca izquierda. Tras una controversia sobre el grado de incapacidad, la pericia médica determinó una disminución psicofísica del 29,21%, aunque el juez finalmente reconoció un 23,23% de incapacidad parcial y permanente, descartando el daño psicológico.
En su resolución, Calandrino condenó a la aseguradora a pagar una indemnización de $5.034.189,56, más intereses, aplicando la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT) y actualizando los valores conforme al índice RIPTE y al piso mínimo establecido por la Resolución 39/2023. “Como juez nacional, si no respeto la voluntad del máximo tribunal, dilato el proceso y perjudico al justiciable”, fundamentó el magistrado, en línea con el precedente del TSJ en el caso “Boulanger, Roberto Eduardo c/ Provincia ART S.A.”.
La decisión también se apoyó en la doctrina del fallo “Ferrari c/ Levinas” de la Corte Suprema de Justicia, que confirmó la competencia del TSJ porteño para intervenir en los recursos extraordinarios originados en la Justicia Nacional con asiento en la Ciudad. Este reconocimiento implicaría, de hecho, una reconfiguración del mapa judicial entre los tribunales nacionales y los porteños.

El cambio de criterio tiene un impacto económico considerable. Hasta ahora, la Cámara Nacional del Trabajo venía aplicando el coeficiente CER y tasas de interés bancarias que resultaban más favorables para los trabajadores, al acompañar más de cerca la evolución de la inflación. La utilización del RIPTE, en cambio, ata la actualización a los salarios formales, que crecen a un ritmo menor que los precios, lo que reduce el monto final de las indemnizaciones.
El fallo del juez Calandrino, fechado el 15 de octubre de 2025, consolida una tendencia judicial en ascenso que podría extenderse a miles de juicios laborales en trámite dentro de la Ciudad de Buenos Aires. El cambio refleja no solo un ajuste técnico en las fórmulas de cálculo, sino también un replanteo institucional sobre la supremacía del TSJ porteño en materia laboral, con posibles efectos directos sobre los montos que perciben los trabajadores en casos de accidentes o despidos.




