#18N
Para no desvirtuar la idea expuesta a continuación, lo primero que tenemos que decir es que creemos en la necesidad y legitimidad de los aparatos, en la política del campo popular. Los muchachos del agite y del aguante no son diferentes -en cuanto a su finalidad- a los aparatos de los poderosos que operan en grades medios de comunicación, juzgados y oficinas gubernamentales. Las movilizaciones, a fuerza de micro, no difieren de las acciones corporativas que ejercen sobre sus empleados los dueños de la sartén, no hay diferencia ontológica alguna entre los que suben compañeras a los bondis para defender los planes y los dueños de bancos que mandan a sus empleados a las calles, incluso sábados y domingos, para llevarse la mejor tajada del blanqueo.
Dicho esto, lo primero que destacó la Pla...










