
La cadena de comida rápida Subway cierra locales en un contexto de inestabilidad económica local y reestructuración internacional. La decisión afectaría a trabajadores y franquiciados, y se suma al cierre de sucursales en Estados Unidos que se anunció a principios de mes.
La cadena de comida rápida Subway se encuentra en problemas. En la Argentina y en el mundo, ya hay cierre de sucursales, poniendo fin a una presencia de más de dos décadas en el mercado local. La medida estaría relacionada a la “inestabilidad económica y los desafíos operativos”, aunque fuentes sindicales señalan problemas más profundos y prolongados, tanto a nivel nacional como internacional.
Fuentes sindicales informaron a InfoGremiales que los franquiciados locales “ya venían mal desde hace tiempo”, acusándolos de no responder a las exigencias del sistema de franquicias y de no rendir correctamente las regalías cobradas en nombre de la marca. En este contexto, los trabajadores se ven cada vez más desprotegidos, sin respuestas claras por parte de la empresa ni garantías laborales frente al deterioro progresivo del negocio.

La salida de Subway de Argentina no es un hecho aislado. A principios de julio, se conoció que una de sus franquicias en Estados Unidos, operada por CGA Corporation en Montebello, California, se declaró en quiebra. La empresa reportó activos por apenas 100.000 dólares frente a deudas que superaban el medio millón, reflejando un desfasaje económico insostenible.
Este caso expone las dificultades financieras que atraviesan muchas de las unidades franquiciadas de Subway, en un contexto marcado por la pérdida de clientes, el aumento de costos y una creciente competencia en el sector de comidas rápidas. Durante 2024, la cadena cerró 631 locales en Estados Unidos, sumando un total de más de 7.600 cierres acumulados desde 2016, de acuerdo con cifras del portal Statista. Se trata de la reducción más significativa desde la pandemia, y refleja una tendencia de fondo en la caída del modelo tradicional de franquicias.