Sindicatos de docentes porteños rechazaron la vuelta a clases sin protocolos y pidieron una presencialidad cuidada

Docentes de UTE, Ademys, organizaciones sociales y profesionales de la salud reconocidos reclaman mejoras edilicias y de las condiciones sanitarias para el ciclo lectivo que iniciará en CABA el próximo 21 de febrero para los niveles inicial y primario y el 2 de marzo para el secundario.

Las consignas bajadas por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta espantaron a varios sectores porque efectivamente hay menos muertes e internaciones gracias al enorme esfuerzo y al éxito en la vacunación de la población pero la cantidad de contagios es alta y contraer Covid-19 no siempre es una «gripesinha».

Para la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), el Jefe de Gobierno porteño “lleva al límite su negacionismo” y los anuncios fueron “un nuevo capítulo de marketing político” sin instancias de diálogo con la comunidad educativa.

El secretario de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT) de UTE, Pablo Francisco, explicó a El Grito del Sur: “Los anuncios marketineros de Larreta y Acuña no están acompañados de inversión en infraestructura o en adecuación en las escuelas. Hace dos años venimos exigiendo la conformación de una mesa de trabajo interdisciplinaria con docentes, el Gobierno de la Ciudad y especialistas en salud y seguridad e higiene para definir las condiciones para las clases presenciales”.

En los anuncios el jefe de gobierno y su ministra de Educación, Soledad Acuña, descartaron todos los pasos del protocolo que garantizaban distanciamiento social y disminución de la emisión de aerosoles. Ya no habrá control de temperatura, ni burbujas, no exigirán que se vacune a los niños y niñas, el barbijo dejará de ser obligatorio en espacios cerrados hasta 3° grado y al aire libre nadie tendrá obligación de llevarlo puesto. 

Francisco advirtió al mismo medio que si bien “ahora vemos que hay una baja de casos, eso no implica que terminó la pandemia, ni tampoco amerita que la ministra hable despectivamente del protocolo, que es una medida para el cuidado colectivo”.

Desde UTE plantearon una presencialidad “cuidada”, fortalecer la campaña de vacunación, reclamaron inversión en infraestructura escolar, elementos de protección, medidores de dióxido de carbono, dispositivos y conectividad, el aumento del presupuesto educativo (que baja desde hace más de una década) para garantizar edificios seguros y vacantes “para dar respuestas a los 30.000 chicos que, a días del inicio del ciclo lectivo, aún no tienen lugar en las escuelas”. 

En la misma línea, Ademys llamó a debatir las medidas de prevención pero se reservó también el derecho de suspender la actividad “hasta que estén dadas las condiciones de higiene y salubridad”.