«Si vamos a hacer estas cosas, nos regalamos», malestar por la firma como autoridad de la CGT de un gremialista que estuvo preso

Se trata de Fabián Hermoso, el líder de la Federación de Químicos Fatiqyp. Firmó como revisor de cuentas de la central aunque muchos querían esconderlo por su pasado en la cárcel. «Si vamos a hacer estas cosas, nos regalamos», plantearon sus detractores que tienen miedo de la utilización que el Gobierno pueda hacer de su pasado.

La asunción de las nuevas autoridades de la CGT, después de una proceso de unidad que resultó más traumático de lo que se esperaba, dejó un dato curioso: el regreso a la conducción cegetistas de la Federación Argentina de Trabajadores Químicos y Petroquímicos (Fatiqyp), una de las federaciones de una actividad convulsionada.

A pesar de los cuestionamientos por la fragmentada representación del sector, que tiene a otra federación em crecimiento e incluso gremios fuertes que se manejan de manera autónoma, el malestar de varios gremialistas surgió por el nombre designado. Es que el que asumió fue Fabián Hermoso.

Hermoso es un sindicalistas que supo ser parte del armado sindical de Mauricio Macri en tiempos de Cambiemos y que luego terminó preso, en un operativo cinematográfico en su vivienda personal en un reconocido Country del Sur del conurbano bonaerense.

«Si vamos a hacer estas cosas, nos regalamos», señalaron varios de quienes mostraron reparos. Al margen del peso de la Federación, creen que la presencia de un dirigente con pasado carcelario podría ser parte de la punta de lanza comunicacional del Gobierno para desacreditar la nueva conducción de Azopardo.

«Tenemos que cuidar más a la CGT. El Gobierno viene por nosotros y con estas cosas nos van a matar en las redes y en los medios», sospechan.

La detención de Hermoso se dio en el marco de una causa que lo investigaba como supuesto líder de una banda criminal que se dedicaba a extorsionar a empresas y trabajadores de la zona sur del Conurbano y exigían pagos semanales de dinero.