Según un informe del Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad (Idecba), el 12,6% de la población ocupada en la Ciudad de Buenos Aires tiene más de un trabajo. La mayoría son mujeres, con alto nivel educativo, y dedican casi 13 horas semanales adicionales a su segunda ocupación, principalmente en el sector servicios y bajo modalidades de teletrabajo. Más estrés y más tiempo destinado al trabajo para sostener el nivel de ingreso.
En la Ciudad de Buenos Aires, más de 198 mil personas combinan dos o más fuentes laborales para sostener sus ingresos. Así lo reveló el Instituto de Estadística y Censos porteño (Idecba) en su informe Caracterización de la Población Económicamente Activa, elaborado a partir de la Encuesta Trimestral de Ocupación e Ingresos (ETOI).
De acuerdo con el relevamiento, el pluriempleo alcanza al 12,6% de los trabajadores de la Ciudad, quienes dedican en promedio 12,8 horas semanales adicionales a sus segundas ocupaciones. En conjunto, estas personas trabajan 46,1 horas por semana, un indicador que refleja la creciente presión laboral y económica sobre los hogares urbanos.
El fenómeno tiene una marcada impronta femenina: el 53,3% de los pluriempleados son mujeres, mientras que los varones representan el 46,7%. Según el Idecba, esta diferencia podría vincularse con la necesidad de las trabajadoras de combinar sus actividades profesionales con tareas de cuidado, o bien con la búsqueda de ingresos complementarios ante la pérdida de poder adquisitivo.
En la mayoría de los casos, el segundo empleo se desarrolla en el sector servicios (93,5%), y el 48,8% se realiza bajo modalidad de teletrabajo, una proporción muy superior al 34,9% que se observa en la ocupación principal. “La digitalización y las tareas a distancia facilitan compatibilizar más de una fuente laboral, especialmente en rubros profesionales y técnicos”, subraya el informe.
Otro dato relevante es que el 84,4% de los pluriempleados son asalariados en su ocupación principal, mientras que en el segundo empleo aumenta el peso de los trabajadores por cuenta propia (35,8%), lo que evidencia un intento de diversificar ingresos a través de tareas independientes, consultorías o emprendimientos.

El Idecba también destacó el alto nivel educativo de quienes sostienen más de un empleo: más de seis de cada diez cuentan con formación terciaria o universitaria completa, frente al 43,9% entre quienes tienen un solo trabajo. Este dato muestra que el pluriempleo no se restringe a los segmentos más vulnerables, sino que también afecta a trabajadores calificados.
El contexto económico porteño ayuda a explicar el fenómeno. Según el mismo relevamiento, tres de cada cinco trabajadores se desempeñan en empresas con menos de 40 empleados y el 28,4% de los asalariados no tiene descuentos jubilatorios, lo que refleja un alto nivel de informalidad laboral.

Además, el 22% de los ocupados trabaja por cuenta propia, pero un tercio de ellos lo hace sin estar debidamente registrado o sin realizar los aportes correspondientes. En conjunto, estos datos exponen un mercado laboral fragmentado, donde la multiplicidad de empleos funciona como estrategia de supervivencia económica.
El informe advierte también que el 24,4% de la población activa presenta sobreocupación horaria, es decir, trabaja más de 45 horas por semana, mientras que la subocupación alcanza al 10,3%. De este modo, la Ciudad exhibe una paradoja: mientras una parte de los trabajadores busca más horas de trabajo, otra acumula extensas jornadas o combina varios empleos para llegar a fin de mes.
En definitiva, el crecimiento del pluriempleo en la Ciudad de Buenos Aires aparece como un síntoma de la pérdida de poder adquisitivo y de la precarización del mercado laboral, incluso en los sectores formales y con alta calificación.




