La UOM de Villa María advierte por 127 despidos y baja oferta laboral: «No es que te echan de una fábrica y entrás a otra, hay poco trabajo. Lo que imaginamos que podía pasar está sucediendo»

La UOM de Villa María está en alerta por los despidos. Las políticas económicas del Gobierno atentan contra la industria del sector y la destrucción de puestos de trabajo no se hizo esperar. Desde la localidad de la provincia de Córdoba ya calculan unas 120 desvinculaciones desde diciembre a febrero, más otras 7 en los últimos días. Todo indica que podría haber más.

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) Villa María difundió que ya llevan 120 despidos que se fueron sumando desde diciembre. Lamentablemente, los hechos no sorprendieron al secretario general local, Leo Lualdi, que anticipó los riesgos que implicaba para el sector la asunción de Javier Milei como presidente tras el balotaje.

A esos 120 despedidos contabilizados hasta el 1 de febrero, se sumaron otros 7 en los últimos días. No fueron 40, como informaron algunas fuentes locales, pero nada indica que la tendencia vaya a revertirse en el corto plazo, según lo que vislumbra Lualdi.

«La situación actual pasó de preocupante a ya tener miedo. Lo que imaginamos que podía pasar está sucediendo. Tenemos despidos todos los meses. Cuando nos juntamos a hablar con los industriales de la ciudad nos manifiestan que está muy difícil la situación por el incremento de las importaciones, la falta de financiación y sin líneas de créditos. Y encima, no es que te echan de una fábrica y entrás a otra. Hoy, casualmente, tuvimos reunión de paritarias, que arreglamos mes por mes,  siempre ajustando al  IPC del mes anterior, y las cámaras industriales ya nos dijeron que no pueden acompañar con esta medida porque hay poco trabajo, reducción de jornada, no solo en la ciudad, sino en la zona«, señaló Lualdi a medios locales.

UOM de Villa María advierte por 127 despidos y baja oferta laboral: "No es que te echan de una fábrica y entrás a otra, hay poco trabajo. Lo que imaginamos que podía pasar

Indicó que los trabajadores están cobrando las horas perdidas al 70%  «y nosotros tenemos que brindar el servicio igual, y se complica un montón, y cada vez hay menos trabajo y todo cuesta más. A los médicos también se les complica atender en la clínica,  y eso reditúa en una baja calidad del servicio médico».

Todo se deteriora a paso redoblado y hay que elegir qué necesidades cubrir: «Es un momento en que al trabajador no le alcanza la plata y eso reditúa en lo psicológico, porque sí afecta a toda la vida. Además, nosotros estamos ahora con un retraso en la entrega de los útiles, porque teníamos un presupuesto para diciembre y en el enero subió tres veces el precio. Quisimos, además, darle una mano a nuestros afilados, haciéndoles las fichas médicas, que si lo hacían por privado les costaba 7 u 8 mil pesos. Y decidimos darle útiles ahora y un refuerzo a mitad de año».

«Cada vez son más los despedidos. Y eso hace que los compañeros se pongan cada vez más preocupados, no trabajen con las mismas ganas y hasta con miedo. Además, la plata no alcanza para nada, cobras, pagaste los impuestos y ya llegás a tu casa sin nada. Y en la tele, todo el día oyen que todo aumenta. La gente que compró una moto para ir a trabajar, ahora, no la puede ni usar por el gasto en la nafta, porque primero está la comida», indicó.

Algo sí lo sorprendió a Lualdi, y posiblemente a muchos, y es la velocidad a la que avanza la destrucción productiva: «Hoy, la industria metalmecánica está sin norte. Hay esperanza con el tema de la cosecha, pero tampoco se puede tener toda la confianza en ellos. Han tenido dos años difíciles y se espera una mejora, además de que tienen granos guardados, pero ellos tienen sus compromisos y también les pegó la crisis, que es tremenda», dijo.

Respecto a las paritarias, que son mes a mes, Lualdi explicó: “Nosotros arreglamos en enero, de acuerdo al IPC, que fue de 25%, y eso nos dieron. Quisimos hacer lo mismo  en febrero, pero los empresarios dijeron que no pueden absorber ese costo al producto, porque cuando lo venden ya se vende con menos ganancias. Nosotros, los trabajadores, somos los únicos que fiamos a 30 días, porque cobramos a fin de mes, cuando la inflación ya nos alcanzó, siempre corriendo detrás de la zanahoria, que ya ni siquiera tenemos. El panorama es muy oscuro. No veo reacción de la gente. Quisiera ser positivo, pero no puedo negar la realidad. La industria metalmecánica está trabajando  al 50% de sus posibilidades».

Por último, contó que el martes tendrán reunión del Consejo Directivo, «donde, además de analizar la situación, seguramente adelantaremos el Consejo Nacional de Delegados, que es en abril, y habrá un plan de lucha y de reorganización. Y a los compañeros, por ahora, les digo que hay que cuidar el laburo, cumplir como siempre y trabajar con ganas, para que no tengan pretextos de echarnos y, claro, seguir peleando por un salario digno y acompañarse entre compañeros en este momento difícil, porque indignos son los patrones».