
La vicepresidenta Victoria Villarruel volvió a desmarcarse de la política laboral del gobierno de Javier Milei por la crisis que se profundiza con despidos y cierres de empresas. «Escucho los reclamos pero mi función es legislativa», le contestó a la hija de uno de los 300 despedidos por cerámica ILVA.
Tras participar de una charla en la Universidad del Salvador, la vicepresidenta se topó con el reclamo de la hija de un trabajador despedido de la empresa de porcelanatos ILVA, que cerró su planta de Pilar, dejando a 300 personas en la calle.
«Usted mencionó en tono jocoso que no tiene plata. Quería preguntarle que mensaje le podría dar a los trabajadores de las empresas que están cerrando, como cerámica ILVA. Mi padre trabaja ahí y de un día para el otro se quedó sin trabajo», le preguntan.
Al pedido de respuestas de la mujer, Villarruel se desligó y derivó directo a Milei: «Las explicaciones las tiene que dar el Poder Ejecutivo, que toma las decisiones. Yo interferiría en algo de lo cual no tengo la información suficiente», dijo.

Días antes, la vice había visitado la empresa de neumáticos Fate, golpeada por la apertura de importaciones del gobierno libertario. Lo hizo en el marco del Día de la Industria Nacional y ahí también tuvo un cara a cara con trabajadores.
«Escucho los reclamos de los trabajadores pero mi función es legislativa entonces tampoco puedo decidir sobre eso porque no depende de mí», dijo la vice, que expuso su fastidio frente al planteo.
Villarruel había visitado el Campus de la USAL en Pilar para dar la charla «La política como servicio al bien común desde la vivencia personal».