Juan Carlos Schmid: «La Argentina no le brinda las mismas oportunidades a todos sus hijos»

Por Luis Autalán (@LuisAutalan) / Fotos: Ariel Gaspardi / Mano a mano con Juan Carlos Schmid. La salida de la pandemia, su paso por el triunvirato de la CGT, la relación con el Papa Francisco, su visión sobre el sindicalismo, la hidorovía, el vínculo con el Gobierno, Alberto y el lugar de Cristina en el tablero político nacional.

A punto de llegar a celebrar 7 décadas de vida Juan Carlos Schmid es una de las marcas registradas del movimiento obrero nacional. Titular del Sindicato de Dragado y Balizamiento, como también la poderosa confederación gremial del Transporte (CATT) y otros foros, el rosarino analizó presente, pasado político gremial, la pandemia y lo que vendrá en una charla distendida con InfoGremiales.

Allí, desde su pasión por Boca Juniors al federalismo pendiente, el peronismo, el Papa, su renuncia a la conducción de la CGT, Alberto Fernández y Cristina Kirchner, la pandemia y el mañana fueron tramos de una conversación extensa que ofrecemos para compartir.

Schmid, apellido alemán, perfil de prolijidad en su oficina de la calle Piedras, en cada fotografía que reviste su trayectoria, libros y papeles sin desorden. Se reconoce como amante de la lectura en impresos y por estos días tratándose de usted con las nuevas tecnologías.

Rosarino que zanjó la grieta Rosario Central y Newells Old Boys, para abrazar la pasión xeneize.

“Boca no respeta las fronteras de las provincias y el país, es un sentimiento global”, destacó sonriente. Cuatro hijos, tres mujeres y un varón y cuatro nietos. hacen el ambiente familiar. Completó sus estudios secundarios “en las escuelas del peronismo, ahí me formé”, remarca orgulloso. “Escuelas del viejo ministerio de Obras Públicas y salí como tripulante de la flota estatal de Dragado y Balizamiento. Rendí las materias que con el tiempo me convirtieron en Capitán Fluvial”.

-¿Cuando surge el Juan Schmid paracaidista?

-Hice el Servicio Militar en Córdoba y ahí me tocó, me tiré una decena de veces en paracaídas una experiencia inolvidable que no es para cualquiera. (Sonríe)

-¿Alguna vez tuvo ese vértigo de arrojarse al vacío en algun episodio sindical?

-Hay conflictos duros y bravos en el sindicalismo, lo digo cuando voy a cumplir 70 años en noviembre: Hay un vértigo en esta pasión que tenemos con el sindicalismo. Así te que te imaginas que dentro de estas paredes han pasado gran parte de mi juventud de mis sueños, mis esperanzas.

Y hay vértigo en la pasión de haber levantado una organización desde los cimientos, nosotros no aparecimos en la etapa del auge que el peronismo que promovía sindicatos, nosotros lo creamos en medio de una dictadura y eso es un valor agregado.

-Vértigo y Peronismo asoman como sinónimos.

-Es que el peronismo es un fenómeno que no tiene réplica ninguna otra parte del mundo, lo que Charles De Gaulle generó desapareció después de su gobierno y lo de Winston Churchill que perdió las elecciones después de la Segunda Guerra Mundial, por citar algunos ejemplos que nos ofrece la historia.

Al peronismo sin embargo, tomás un diario hoy y están tratando de explicar un fenómeno particular, todavía lo siguen intento explicar muchos historiadores e investigadores, nadie lo puede descifrar concretamente.

El Papa Francisco, en un montón de intervenciones y pensamientos, tiene puntos de contacto muy fuertes con la doctrina del peronismo

-Usted vivió el último gobierno de Juan Perón, hay quienes dicen que el mito del ex presidente se dimensionó de tal manera que incluso superó lo que Perón fue.

-No pude llegar a darle el último adiós pero sí estuve cuando pasó su ataúd frente a mí, se me cayeron los lagrimones porque con Perón se iban trazos de historia del país y de mi vida.

Alguien que construyó la épica del regreso, 18 años después que vivió la expulsión del país, la proscripción, y luego llegó golpe Estado que abrió la puerta a la represión más sanguinaria del país ha sido atravesado por esa sensación.

Perón decía “peronistas son todos”, como el Buen Pastor que lleva el cayado en la mano y ahí van detrás suyo todas las ovejas, las ovejas negras también (risas)

Y si hay quienes dimensionan por demás lo que Perón fue, como la clase trabajadora. yo soy uno de ellos y orgulloso.

-Me decía un economista afín al peronismo que en este movimiento existe un modo angelical, digamos el del Papa Francisco, y otro satánico que incluso va contra su propia esencia a veces.

-El Papa Francisco, en un montón de intervenciones y pensamientos, tiene puntos de contacto muy fuertes con la doctrina del peronismo. El abraza los ideales de la justicia social y adoptó posturas muy firmes que son analizadas/valoradas por todos los católicos del mundo.

Creo que vas a salir conmigo, Francisco encarna referencias que hoy escasean en el planeta como no sucedía en los 60.

Lo demostró para abrir sus brazos y recibir a los refugiados en Europa, cuando la mayoría resistía eso, o hasta para pagar la cuenta de sus propios gastos. Estamos frente a una actitud más cercana a los humanos. Como también con sus interpelaciones al mundo obrero, a la economía, la ecología y la matriz científico-tecnológica, entre otros temas, y todo siempre poniendo como centro del escenario al hombre…

Cuando renuncié a la CGT tomé la decisión de alejarme porque consideré que mi mucho o poco prestigio estaba en juego

-Coincidimos, en juego de palabras, que él no dejó sus convicciones en las puertas del Vaticano.

-Absolutamente, lo demostró y lo demuestra con creces.

-Escribió usted sobre eso en su libro: “El mensaje del pescador”.

-Me parecía importante que intentáramos descifrar, tal vez atrevidamente, el documento y poner al alcance de los delegados de base dicha expresión, tal vez con atrevimiento digo. Entonces hicimos un trabajo de interpretación desde los sindical de lo que decía y proponía el Laudato.

-Hablando de la Iglesia, cuando en 2010 se vislumbra la CGT que encabezó Antonio Caló, allí como también dirigentes políticos y sindicales también pensaban en usted. En aquella ocasión me dijo que lo honraba la consideración pero usted debía lealtad a Hugo Moyano…

-Hay mucha gente en el campo sindical que cree que su tarea corona con un cargo político u otros, no es mi caso. De hecho cuando renuncié a la CGT (alejamiento del triunvirato) tomé la decisión de alejarme porque consideré que mi mucho o poco prestigio estaba en juego.

Se lo expresé a Daer (Héctor) y Acuña (Carlos) no se puede limitar a una conducción a tomar decisiones porque para eso nos eligieron.

Lo hablamos incluso con los sindicatos más grandes muchas veces, pero lo que habíamos acordado en un congreso no se respetó. Y todavía esa cuestión está pendiente, si ponemos a alguien por acuerdo y al día siguiente lo desconocemos, bueno entonces estamos en problemas.

-Algo similar a buscar fusibles.

-Sí claro, sucede también en una reunión no hace tanto que hace muchísimos años que nosotros empezamos al revés, no definimos una agenda, un programa de trabajo y luego elegimos a los conductores.

-¿En este marco usted alcanzó a descifrar dónde puede terminar la pandemia?

-La pandemia es una calamidad, sucede como en una inundación cuando van las cámaras de los noticieros, cuando el techo está cubierto por el agua. Ahora después cuando baja y los habitantes tiene que volver están a su suerte. Creo que va a pasar algo parecido cuando el Covid, las vacunas las muertes dejen de ser noticia. Habrá severas consecuencias socioeconómicas y hasta psicológicas a escala mundial porque vamos encontrar un mundo totalmente distinto.

Fíjese con solo recorrer el microcentro y ver el paisaje cómo ha cambiado en la soledad de los edificios de las avenidas, no sé cómo va operar esto en la cabeza del ciudadano global después que termine la pandemia.

-¿En ese marco se jaquea al sindicalismo por frenar el empleo, las indemnizaciones, etcétera?

-Es que no ha desaparecido la injusticia y mucho menos el sistema capitalista da cuenta de esto no sé cuál es el horizonte pero en la medida que siga existiendo la desigualdad y la injusticia no se llamarán sindicatos o movimiento obrero, pero habrá un actor que va a cuestionar eso porque eso está en el ADN humano.

-Aunque la mesa de discusión siempre esté inclinada, es decir no es igual para todos.

-Eso sucede desde la globalización para acá, en los Estados Unidos la diferencia entre un asalariado frente la clase pudiente es gigantesca y ha aumentado. En la Unión Europea pasa lo mismo, siempre hubo ricos y pobres, pero nunca hubo tamaña desigualdad como la que vemos hoy.

Estamos obligados a reflexionar y definir frente a esto porque está concentrada la riqueza en el mundo una minoría domina el PBI mundial.

-Al mismo tiempo la Argentina se debate, entre otros temas, por la hidrovía.

-Es una cuestión embarullada y zigzagueante. Las concesiones se deben mantener, porque ése es el comercio exterior argentino a mí me preguntaron hace poco que puede hacer el Gobierno en este tema y dije: No interrumpir el servicio ni un día, ningún minuto, por ahí entran los dólares y nos conectados al mundo.

Hay un ejemplo concreto hace algunos meses uno de los portacontenedores más grandes del mundo quedó varado en el Canal de Suez, pérdidas multimillonarias, por ahí pasa el 12% del comercio mundial y pasó eso porque estaba en el límite del diseño, el canal está preparado para que entren con calzador.  Acá en la ruta más viable para sacar las exportaciones en la zona de procesamiento de productos, se imagina lo que ocurriría en la zona de Rosario del kilómetro 416/417, con barcos varados sería un desastre.

Pero sucede que la flota estatal la abandonó el Estado hace años, bueno ahora más allá de aquellos que habla pavadas, no se puede recuperar. Ahora hay que buscar el mejor control, la transparencia de licitación y que se siga dragando y balizando. En mi caso voy a defender a los directamente afectados, a los trabajadores de este rubro.

Cristina es el cuadro político más formado que tiene la República Argentina, es dueña de un caudal de votos que es innegable y también que suscita algo que siempre existió en el país, siempre estuvo: la grieta, dos Argentinas

-Y qué mirada tiene del Gobierno, usted tuvo una charla privada con el Presidente.

-Gobierna una coalición algo difícil en la Argentina, se aglutina algo allí que no es tan coincidente. Y por otro lado aunque sea una verdad construida con frases, se gobierna ante algo desconocido. Porque nunca vamos a saber hasta dónde pudo haber llegado el Presidente con esta gestión, la pandemia no va a dejar tiempos, no lo vamos a saber nunca. Te digo algo, acá no hubo ningún estallido aún con esta malaria, y fogoneos para que ello se detonara, no hubo ningún proyecto de ley presentado para quitarle derechos a los trabajadores, cosa que sí ocurrió el primer día de la gestión del macrismo. Acá se hizo un plan de vacunación, se intentó sostener a la gente en la emergencia que azota a todo el mundo. Que se cometieron errores, también, por supuesto, pero se encararon medidas.

-Habló del Presidente ¿y Cristina?

-Muchas veces dije que la actual Vicepresidenta es el cuadro político más formado que tiene la República Argentina, es dueña de un caudal de votos que es innegable y también que suscita algo que siempre existió en el país, siempre estuvo: la grieta, dos Argentinas.

La de los postergados, la de los pudientes, y digo Cristina también es un producto de nuestra complejidad.

-Que además paga el precio de ser mujer.

-Creo que en algunos aspectos sí.

-Nos destacaba Juan Domínguez dirigente sindical aceitero de San Luis su vocación federal, en conflictos que ellos tuvieron y usted estuvo presente.

-La Argentina dice su Constitución, es federal, pero en la práctica no se plasma lo mismo. Esta República no terminó de formatearse. Porque cómo se explica que tengamos compatriotas tucumanos, correntinos, santiagueños que llegaron y llegan alrededor del Gran Buenos Aires o el Gran Rosario en busca de una oportunidad.

Duele, pero la Argentina no le brinda oportunidades a todos sus hijos de la misma manera.

-¿Y el mañana dónde lo encontrará?

-Como te dije cumplo 70 años, soy de los que creen en la renovación y se lo he manifestado a mi equipo. Porque también estoy convencido, incluso una vez lo expresé en un plenario de la CGT, que los que están al frente son los que más se gastan. Como las chapas de la proa en un barco.

Fijate que cuando un navío entra a reparaciones, en dique seco, lo primero que se cambian son las chapas de su proa.

Ahí pegan los temporales por la manejada y e impactan más los cambios de temperatura.

Un tipo que tiene 40 años posee otro energía, conocimientos y paradigmas.

De allí que es posible que interprete la actualidad mucho mejor, yo le puedo dar el valor agregado sobre todo lo que pasó, pero la posta es para ellos.

Muchos de mis compañeros de equipo ya se han jubilado y quienes me acompañan tienen 20 0 30 años menos que yo. Nunca voy a dejar de estar en el sindicato, pero creo que es necesaria la renovación con los conceptos muy claros de todo lo que viene y lo que ello implica.