Gremios industriales estiman 22 mil suspensiones

La caída de la actividad empieza a golpear al mercado laboral. Los más afectados son, justamente, los sindicatosde mayor peso que están afiliados a la CGT oficial que comanda el metalúrgico Antonio Caló: la UOM, el SMATA y la UOCRA.

A nivel nacional, Caló sostuvo que hubo unos 3 mil despidos desde enero y cerca de 10 mil trabajadores metalúrgicos afectados por suspensiones sobre un universo de 250 mil afiliados.

Sólo en Tierra del Fuego, el gobierno provincial informó que se perdieron 1.800 puestos de trabajo, la mayoría de las bajas se dieron en afiliadas de la UOM.

El dirigente metalúrgico terminaba de gestionar en la cartera de Trabajo soluciones para la autopartista Visteon y las empresas del Grupo Cirigliano, cuando se enteró de que otra empresa, Fujitec, había anunciado suspensiones y debió volver.

El secretario general de SMATA, Ricardo Pignanelli, estimó que 12 mil trabajadores del gremio que dirige están afectados por suspensiones y que hubo 500 despedidos.

En la construcción, un informe elaborado por Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción alertó hace una semana que la comparación con el año anterior arroja una pérdida de 19 mil puestos de trabajo.

«Vemos situaciones de despidos y reducción de horas de trabajo que son una señal de alerta», explicó Yasky al ser consultado sobre el tema, y sostuvo que «la única solución es generar un ámbito tripartito para seguir el tema y mantener el ingreso para que el consumo popular siga siendo un pilar de este modelo».

Desde Córdoba hay cuestionamientos al modo en que la CGT de Caló trató el tema en su reunión con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. «El planteo sobre Ganancias tendría que haberse hecho cuando trabajábamos horas extra, hoy el problema principal son los despidos y suspensiones», indicó a Perfil Rubén Urbano, secretario general de la seccional provincial de la UOM.

En relación con Santa Fe, el ministro de trabajo provincial, Julio Genesini, indicó a este medio que «si bien hay poca generación de empleo, no hay una destrucción generalizada de puestos de trabajo».

Por su parte la CTA Micheli avanzó en un pedido por la prohibición de despidos para frenar un proceso que es incipiente y se teme que pueda extenderse.