
Tras pasar cuatro días detenido y con un brazo fracturado, Federico Giuliani, dirigente de ATE y de la CTA Autónoma en Córdoba, denunció abuso policial, responsabilizó al intendente Martín Llaryora por «una policía violenta» y anunció acciones legales por lo que calificó como una detención arbitraria. Giuliani fue aprehendido durante un reclamo por alimentos frente a la municipalidad de Córdoba capital, le rompieron un brazo y lo mantuvieron 24 horas esposado sin agua ni comida.
El secretario general de ATE y la CTA Autónoma en Córdoba, Federico Giuliani, habló públicamente tras recuperar la libertad, luego de permanecer detenido cuatro días en el marco de una protesta por alimentos frente a la Secretaría de Políticas Sociales y Desarrollo Humano de la Municipalidad de Córdoba.
El dirigente, que salió con un brazo fracturado producto de un forcejeo con la policía, anunció que presentará una denuncia por abuso de autoridad y privación ilegítima de la libertad, responsabilizando directamente al intendente Martín Llaryora por la actuación de “una policía violenta”.
“Llaryora y Schiaretti son igual que Milei”, expresó Giuliani en un tono enfático, marcando su rechazo a lo que considera un avance represivo contra la protesta social.

Giuliani aseguró que su liberación no fue mérito de la Justicia cordobesa, sino del acompañamiento gremial y social que recibió durante los días que permaneció detenido. “Si fuese por la Justicia de Córdoba, tendría que estar preso por mucho tiempo solo por el hecho de luchar”, afirmó.
El dirigente relató que la detención se produjo durante una Jornada Nacional de Lucha convocada por la CTA Autónoma y FeNaT. Según explicó, al intentar dialogar en el edificio municipal fueron “emboscados” por la policía, quienes primero impidieron el ingreso y luego permitieron que una delegación de quince personas pasara. Sin embargo, una vez adentro, los manifestantes habrían sido encerrados con llave durante una hora.
Además, Giuliani denunció que durante su detención sufrió condiciones degradantes: permaneció 24 horas esposado a la cama del Hospital Misericordia, sin recibir comida ni agua.
Anunció también que iniciará acciones legales contra el policía que, según su testimonio, le fracturó el brazo al momento de esposarlo, y contra el jefe del operativo de seguridad que encabezó la represión.
El dirigente subrayó que su liberación se logró gracias a la presión de organizaciones sindicales, sociales, políticas y de derechos humanos que se movilizaron en su defensa. “Ese acompañamiento fue clave para recuperar la libertad”, remarcó.
El caso se suma a una serie de tensiones sociales y políticas en Córdoba, donde diferentes sectores sindicales advierten sobre el uso desmedido de la fuerza policial en protestas y reclamos laborales.