Federación de Trabajadores del Cuero exige que se derogue la habilitación de exportar cuero en crudo

La Federación Argentina de Trabajadores de la Industria del Cuero y Afines (Fatica) alertó este miércoles sobre la «gravísima situación por la que atraviesa la actividad de la industria del cuero, con miles de puestos de trabajo en peligro» producto de la autorización oficial a exportar cueros en crudo como asimismo debido a la reducción de aranceles de exportación de cueros en crudo, del 15% al 4,5%, resuelta a principios de este año.

Fatica agrupa a más de 15 gremios, entre ellos el Sindicato de Obreros Curtidores y el Sindicato Argentino de Manufacturas del Cuero, y representa a unos 22.000 trabajadores de la cadena de valor del cuero.

Este miércoles, a través de un comunicado al que tuvo acceso Télam, la entidad exigió que se derogue «toda normativa que aliente a la exportación de materia prima (cuero) sin procesar».

Fatica también advirtió que varias disposiciones oficiales tomadas a lo largo del 2020, como el Decreto 549/2020 (que autorizó a exportar cueros en crudo por 60 días en base a la emergencia sanitaria, dado que por la paralización producida por la pandemia se acumulaban cueros sin exportar en la industria frigorífica) y el Decreto 812/2020 (que prorrogó esa autorización hasta el 31 de diciembre de 2020), pusieron en una «gravísima situación» a toda la actividad.

Ambas disposiciones, planteó Fatica, estaban previstas «como excepcionales y limitadas originalmente en el tiempo» porque obedecían a una circunstancia puntual, la paralización de los mercados internacionales de exportación de las curtiembres producto de la pandemia.

Sin embargo, a pesar de que la actividad de las curtiembres se fue normalizando, «las medidas de carácter excepcional y con vigencia temporal acotada se han vuelto permanentes», y además se agravaron «por la modificación de aranceles para exportar cueros crudos, reduciéndolos del 15% al 4,5%», cuestionó la federación.

«Esta medida (la habilitación a exportar cuero en crudo) se extendió en el tiempo de más y provocó que en el mes de enero de 2021 se exportara en salado el 80% de la faena», denunció Fatica.

«La industria curtidora tiene capacidad para curtir todos los cueros que se faenan en el país, toda la cadena de valor tiene un perfil netamente exportador, y es de mano de obra intensiva: es decir que crea trabajo y trae divisas», planteó la entidad.

Y, por último, denunció: «Ahora, las mayores exportaciones (de cuero en crudo) no son de los frigoríficos, sino de tres vivos acopiadores, que mandan los cueros a precios vil, para poder cobrar el dólar en negro, aprovechando que la Aduana no tiene valor de referencia, porque no era un material que se exporte, y con escandolosos niveles de subfacturación».

Fatica no sólo reclamó la derogación de la normativa que habilita a exportar cuero sin procesar: también solicitó que se restituyan «sistemas de reintegros y pagos de derechos» y que se fiscalice inmediatamente «a todos aquellos exportadores que subfacturan, dañando arcas del Estado y destruyendo fuentes de trabajo nacionales».

El comunicado de Fatica está firmado, entre otros, por el secretario general de la entidad, el diputado nacional Walter Correa (Frente de Todos-Buenos Aires), junto al secretario adjunto, Ernesto Trigo.