«Es un castigo a la educación pública y a los alumnos no dar clases virtuales, porque además durante esos tres días tampoco se van a distribuir alimentos»

La decisión del gobierno porteño de no dar clases virtuales la semana próxima significa «la retención del servicio educativo» en un distrito «donde hay mas conectividad que en otras provincias que aplican el sistema bimodal», opinó Eduardo López, secretario general de UTE. El Gobierno porteño optó por agregar días de clase hasta el 22 de diciembre.

«Es un castigo a la educación pública y a los alumnos no dar clases virtuales, porque además durante esos tres días tampoco se van a distribuir alimentos», dijo a Télam el secretario gremial de Ctera y secretario general adjunto de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Eduardo López.

El gremio destacó en un comunicado que «si tenemos en cuenta que el 45% de las burbujas se encontraban funcionando de manera virtual y que la presencialidad solo alcanzaba al 20% de los estudiantes, resulta incomprensible que se argumente que no puede organizar en tres días una modalidad que ya funciona en la gran mayoría de las escuelas».

Por su parte, voceros del Ministerio de Educación, dijeron a Télam que «en lugar de dar clases de manera remota preferimos compensar y recuperar esos días de manera presencial en diciembre».

Y destacó que la totalidad de casos positivos en las escuelas «se compone de 6.452 estudiantes y 4.284 adultos (entre personal docente y no docente) lo que representa un 1,53% de toda la población educativa. La cifra está muy por debajo de la de contagios entre residentes de la Ciudad, que tiene un ratio de 4,7% de positivos».

«En todo el país hay pandemia y cuando no hay presencialidad se dan clases virtuales. Si la Ciudad tenía problemas para llegar a los chicos que no tienen conectividad hubieran aceptado los 6.500 dispositivos que les ofreció Nación», dijo López.

Precisó además que provincias con mas bajo presupuesto y menor conectividad dan clases virtuales, lo que aquí se esconde con todo esto no es la falta de conectividad sino la frustración y el odio hacia la comunidad educativa al retenerles el servicio y no darles alimentos», amplió López.

Más temprano el ministro de Educación, Nicolás Trotta, dijo en declaraciones formuladas en distintos medios que «no se comprende» la decisión de la Ciudad de Buenos Aires de suspender las clases durante la semana próxima, con tres días hábiles, y sostuvo que «sería saludable» que el distrito «tenga capacidad de dar una respuesta a los estudiantes».

El Gobierno de la Ciudad decidió acompañar las medidas de aislamiento estricto tomadas por el Gobierno nacional pero no dará clases virtuales los días miércoles, jueves y viernes próximo en ningún nivel de enseñanza,

Esos días serán recuperados el 20, 21 y 22 de diciembre.