El sindicalismo al poder

El Partido Justicialista porteño ayer renovó sus autoridades. La contienda electoral, que presentaba un padrón con unos 105 mil afiliados en condiciones de votar, sirvió para formalizar la victoria de la lista que encabezaba el gremialista Víctor Santa María, Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH). De esta manera, el jefe de los porteros quedará al frente del PJ y consolida un lugar importante de cara a la estructuración partidaria pensando en 2015.

El sindicalismo no se quedó sólo con la presidencia del PJ porteño. También la vicepresidencia del partido estará en manos de un histórico dirigente gremial: Andrés Rodriguez, Secretario General de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN). El “Centauro” Rodriguez, quien actualmente presidente el peronismo capitalino, le cederá su sillón a Santa María y se convertirá en su número dos.

La lista liderada por la dupla gremial surgió de una discusión de unidad con La Cámpora, por lo que incorpora a varios miembros de la juventud kirchnerista.

Los comicios eligieron, entonces, a Santa María, seguido por Rodríguez en la vicepresidencia primera; la legisladora Lorena Pokoik en la vicepresidencia segunda y el referente del peronismo en la zona sur de la Ciudad Claudio Pandolfi en la vicepresidencia tercera.

Por su parte Mariano Recalde presidirá el Congreso Metropolitano y se convertirá, junto con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, en congresales nacionales del Partido Justicialista. En tanto que el ex senador Daniel Filmus ejercerá la presidencia del Instituto de Capacitación.

El pacto sellado por el gremialismo porteño y La Cámpora buscará conformar una alternativa de poder para 2015 en la Ciudad de Buenos Aires, un distrito que históricamente le fue esquivo al peronismo.

En una conferencia de prensa ofrecida en la sede del PJ porteño brindada una vez terminadas las elecciones, Santa María expresó “Trabajamos por la democracia, la gente y el pueblo. Espero que en esta etapa que abrimos con los compañeros sea de unidad, y afiance la Argentina con la que soñó Néstor (Kirchener) y por la que pelea Cristina”.

Luego agregó: “Agradezco a la juventud, y a todos lo que se suman a la vida partidaria. Es bueno que estén acá, ayudando a fortalece al peronismo”.

Por su parte Mariano Recalde sostuvo: “El desafío es ahora constituir una alternativa de poder en Buenos Aires para que el amarillo, ese color que hoy inunda las calles, sea reemplazado por el celeste y el blanco”.

Con este resultado el sindicalismo gana un lugar de peso en su siempre anhelado lugar en la disputa política y se posiciona con un rol importante para participar de las internas de cara a 2015.