
La Superintendencia de Servicios de Salud, dependiente del Ministerio que encabeza Mario Lugones, resolvió la baja de la obra social del Sindicato de la Fruta por incumplimientos en su plan de regularización. Los afiliados deberán optar por una nueva cobertura, mientras la conducción gremial afrontará el proceso de liquidación.
La Superintendencia de Servicios de Salud, organismo dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, emitió dos resoluciones que afectan directamente a gremios con sede en Concordia: la Obra Social del Personal de la Actividad Frutícola fue dada de baja, mientras que la Obra Social para el Personal de Dirección de la Industria Maderera fue declarada en situación de crisis.
Mediante la Resolución 1662/2025, la Superintendencia dispuso la baja del Registro Nacional de Agentes del Seguro (R.N.A.S. Nº 1-0840-7) para la Obra Social del Personal de la Actividad Frutícola. La medida se tomó tras constatarse el incumplimiento del plan de regularización presentado previamente por la entidad.
Los afiliados serán notificados y deberán ejercer el derecho de opción para trasladarse a otra obra social. En caso de no hacerlo, el organismo podrá reasignarles cobertura de manera automática.
El Consejo Directivo del sindicato fue designado como Comisión Liquidadora, con la responsabilidad de llevar adelante el proceso de liquidación administrativa o, eventualmente, promover la solicitud de quiebra.

Esta resolución se suma a otras seis bajas ya aplicadas por la Superintendencia, mientras que ocho obras sociales permanecen intervenidas.
Por otra parte, la Resolución 1647/2025 declaró “en situación de crisis” a la Obra Social para el Personal de Dirección de la Industria Maderera (R.N.A.S. Nº 4-0130-8), cuya sede también en Concordia.
La entidad fue intimada a presentar un plan de contingencia en un plazo de quince días hábiles. Se trata del quinto caso de este tipo durante la actual gestión nacional, aunque uno de ellos ya logró revertirse.
Ambas medidas impactan en Concordia, donde funcionan los gremios afectados: el Sindicato de la Fruta, en calle Saavedra, y el Sindicato de la Madera, en calle Güemes.
La decisión de la Superintendencia marca un nuevo capítulo en el proceso de control y reestructuración de las obras sociales sindicales a nivel nacional, que en muchos casos atraviesan dificultades económicas e institucionales.