
(Por Pablo Maradei) Tras un primer año complejo que sin grandes sobresaltos en materia de conflictividad laboral en las diferentes actividades, el segundo año de la era Javier Milei empezó en plena ebullición. Los gremios que cerraron paritarias, los que se plantaron ante la pauta salarial del Gobierno y los que todavía están en discusión.
«El combo antiinflacionario tiene un componente de ajuste que está a las claras por las medidas económicas que viene tomando el Gobierno, pero tiene otros ficticios; y en economía, cuando empezás a atar con alambres, la cosa termina mal», cuenta a InfoGremiales uno de los dirigentes que firmó la declaración conjunta que pide rever cómo se calcula el IPC.
Y amplía: «Tenés los sectores estatales devastados con lo que el Gobierno les comió el salario y su poder de compra. Además de los 37.000 despedidos según datos oficiales del INDEC tomado entre diciembre de 2023 y enero 2025. Los jubilados corrieron con la misma suerte de motosierra y licuadora en el haber. En el sector privado tenés los salarios que la vienen peleando, pero en este último tiempo el Gobierno no homologa acuerdos que se vayan más allá del tope que impone el Gobierno, del 1%, cuando la inflación más del doble».
Los datos duros de una economía incierta:
En cuanto a lo salarial y cumplido un año del Gobierno de Javier Milei, los salarios formales a noviembre del año pasado superaban en un 0,5% la inflación interanual; a contramano, los salarios públicos perdieron 14,5%. Mientras que los no registrados estaban por encima de la inflación en un 12,3% (son los cuentapropistas/monotributistas que ajustan por su costo real).
Los datos publicados esta semana que pasó dan cuenta que la inflación de enero fue del 2,2% y la interanual fue del 84,8%. El método de medición del INDEC atrasa «porque se incluyen ìtmes que no hacen a la canasta familiar; y actualizar este método implicaría un salto inflacionario», describe el mismo sindicalista. En el comunicado dice que «el poder de compra se redujo un 50%». Y agrega que «las mediciones entre el índice oficial y especialistas están desfasadas en un 15%«.
Más allá de especulaciones discursivas o datos del INDEC, es cierto que febrero y marzo son meses altos de negociaciones paritarias; la mayoría de ellas estancadas entre el techo que impone el Gobierno y las necesidades sindicales. Es decir 1% versus 2% o más mensual.

Los que están en mesa de discusión salarial:
La UOCRA, que en algún momento y previo a la fulminación de la obra pública impactaba sobre unos 400.000 trabajadores, está negociando 2025 sin resultados. El último acuerdo fue del 12,5% y se desplegó sobre septiembre, octubre, noviembre y diciembre (4% cada mes) más uno bono de 150.000 pesos.
Alimentación, que impacta sobre unos 200.000 trabajadores, está en cuarto intermedio hasta el miércoles próximo: las cámaras empresarias ofrecen 0% para enero y 1% para febrero: fue rechazado.
La negociación entre la UOM y la Cámara del Acero está empantanada desde hace rato: la crisis del sector por los anuncios de Donald Trump de establecer aranceles del 25% a los productos de este sector impactan fuertemente del lado empresario a la hora de poner la discusión sobre la mesa. Se volverán a reunir el 27 de febrero.
En igual situación de espera se encuentran los gremios aeronáuticos: se fueron con la propuesta de la empresa de acordar una escala de aumentos, según informó El Cronista del 2% (noviembre), 1,8% (diciembre), 1,5% (febrero) y (1,2% enero). Las partes están en cuarto intermedio hasta que los cuerpos de delegados acepten la oferta salarial.
Los docentes esperan que el Gobierno nacional los convoque a la paritaria nacional: peligra el comienzo de clases en 13 provincias. Esta paritaria sirve de referencia para que ningún gobierno provincial ofrezca a sus trabajadores docentes menos que esa pauta.
Los conductores de trenes de La Fraternidad están en pleno conflicto. Al paro de trenes que ya concretó Omar Maturano adicionó otro para el primer día de marzo. Se trata de una discusión díscola ya que los otros gremios de la actividad se ciñeron a la pauta salarial que promociona el Gobierno Nacional.

Los que cerraron:
Comercio que engloba a 1.200.000 personas firmó el mes pasado ajustes para enero, febrero y marzo; cada uno del 1,7% (en noviembre y diciembre habían firmado 5% por el bimestre).
Camioneros que abarca a unos 200.000 afiliados firmó acuerdo por el trimestre diciembre-febrero de 5,5%; más un bono de 600.000 a pagarse en cuatro cuotas; con cobros aún vigentes.
Este sábado, InfoGremiales informó que la Asociación Bancaria, que nuclea a unos 100.000 empleados, consiguió un acuerdo salarial para el primer mes del año del 2,2%, acorde a la inflación de enero.
UPCN cerró en nombre de los empleados estatales y sin acuerdo de ATE, (son 205.000 empleados públicos entre la administración central y organismos descentralizados) por el 1,5% enero, y 1,2% para febrero. Este acuerdo acrecentó lo que vino pasando en 2024: la tira anual 2024 había cerrado con un escandaloso derrape del 44,4% por debajo de la inflación.