Desde el gremio informático AGC salieron a cruzar a Milei, ratificaron su apoyo al peronismo y a la candidatura de Massa

Ezequiel Tosco, secretario general de la Asociación Gremial de Computación (AGC) escribió sobre la nueva aventura de Javier Milei para eliminar la industria nacional informática. El candidato apoya el proyecto llamado +Colonia que impulsa la radicación de los empresarios del sector en Uruguay. «Milei representa y es parte de un privilegiado grupo de empresarios que piensa en la Argentina como un país sometido a los intereses de las grandes potencias extranjeras», disparó.

Según el secretario general de AGC, Ezequiel Tosco, Argentina invierte en esa industria desde 2004 y en la actualidad emplea a más de 142.000 trabajadores con un sector en constante crecimiento y por eso precisamente que Javier Milei apoya el proyecto +Colonia, que busca que los empresarios argentinos se radiquen en el país vecino.

«Javier Milei realizó una visita relámpago a un polo tecnológico que se desarrolla en Uruguay, en la ciudad de Colonia, a pocos minutos de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata del proyecto +Colonia y busca, a todas luces, atraer argentinos a que abandonen nuestro país y se radiquen en Uruguay. Conductas como la de Milei no deberían sorprendernos.», adelantó.

«Lejos de su presentación hacia la población, en la que se muestra como un ‘outsider’ que quiere lo mejor para el país y que combate a la ‘casta’ de políticos, Milei representa y es parte de un privilegiado grupo de empresarios que piensa en la Argentina como un país sometido a los intereses de las grandes potencias extranjeras, irrelevante a nivel regional y que no busca el desarrollo nacional», disparó Tosco.

Desde el gremio informático AGC salieron a cruzar a Milei, ratificaron su apoyo al peronismo y a la candidatura de Massa

El dirigente sindical también puso luz sobre el entorno del candidato: «exfuncionarios del menemismo, incluso de la dictadura militar, miembros de la Bolsa de Comercio y de representantes de empresas extranjeras que piensan que la Argentina debe ser una economía primarizada que ‘exporte’ sus ‘talentos’ al exterior en vez de apostar a una economía robusta, productiva e independiente». «Elocuente», definió.

Como ejemplos claros de éxito bajo los dos regímenes de promoción vigentes (la Ley de Promoción del Software y la Ley de Economía del Conocimiento) citó a Marcos Galperín y Martín Migoya, «quienes tras percibir miles de millones en exenciones tributarias y de conseguir que sus empresas pasaran a tener relevancia internacional apuestan por irse del país que los ayudó a crecer (aunque sin renunciar a los jugosos beneficios fiscales que reciben). Galperín fue aún más lejos al mudarse a Uruguay. Ambos comparten, además, la decisión de radicar sus empresas en guaridas fiscales: Luxemburgo y Delaware.», señaló.

El dirigente de AGC también cuestionó el proyecto de «dolarización de La Libertad Avanza por «poner al país bajo los mandatos monetarios de la FED (sigla de uso común en EEUU, por Federal Reserve), el equivalente a nuestro Banco Central, pero norteamericano».

«En 2004 la industria del conocimiento contaba con menos de 20.000 trabajadores. Hoy emplea a más de 142.000 trabajadores. En términos de exportación era un sector pequeño; hoy es nada menos que el tercer actor en términos de exportaciones.», destacó, al mismo tiempo que valoró el interés puesto en la industria por Néstor y Cristina Kirchner cuando era un sector «prácticamente irrelevante».

Y agregó que el crecimiento en cantidad de empresas y de trabajadores, además, ha sido constante y «no se ha detenido ni siquiera frente a todos los shocks económicos.»

«¿Cuál es la política de Milei? ¿Fomentar la fuga de los profesionales que los argentinos ayudamos a formar con nuestros impuestos y el enorme esfuerzo de nuestra academia? ¿Alimentar las arcas del Estado uruguayo? ¿O será que pesan más los negocios personales de él o de alguno de sus laderos que el desarrollo nacional?», cuestionó.

«Sea cual sea el motivo, la Argentina lo que necesita es todo lo contrario a la política neo-colonial que propone Milei», concluyó Tosco.