#COP26 Los sindicatos de América denuncian que «no hay justicia en la transición» hacia una economía sustentable y que sus voces no son escuchadas

La Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadores de las Américas, CSA, reforzó su postura frente a las negociaciones respecto al cambio climático que se dan en la COP 26 desde el domingo pasado.

La CSA cuenta con la afiliación de las tres centrales obreras principales, la CGT, la CTA y la CTA-A. El organismo internacional describió el contexto duramente en un comunicado: «La pandemia ha evidenciado el fracaso de las políticas neoliberales. Desnudó muchas consecuencias negativas en materia de desigualdad, protección social y justicia social.» y agregaron «Esta situación nos ofrece una razón más para modificar la relación con la naturaleza.»

Desgranaron así el impacto negativo que tuvo la pandemia en términos de empleo, caída del producto y profundización de la desigualdad, al tiempo que aseguraron que «no tiene precedentes». Especialmente para las y los trabajadores en condiciones de informalidad que forman una gran parte del mercado laboral regional. A su vez señalaron el cruce entre la precariedad laboral y el deterioro del ambiente: «La exposición de estos trabajadores y trabajadoras a la crisis ambiental es aún mayor.»

«Los planes de recuperación planteados, así como los actuales compromisos resultan insuficientes para impulsar la transición hacia una economía diferente, social y ambientalmente sustentable.»

Y advirtieron: «El Acuerdo de Paris fue un logro importante al incluir en el preámbulo la demanda de trabajadores/as y movimientos sociales: la transición justa. Sin embargo, las propuestas que están avanzando para una transición y para la mitigación y adaptación no cumplen estos principios.«

Al relacionar los ataques a la democracia con los ataques al ambiente, no hubo eufemismos para referirse a Jair Bolsonaro, a quien calificaron de encabezar un gobierno genocida y negacionista. «Estos ataques representan una amenaza para la clase trabajadora que no se limitan a Brasil e impactan regional e internacionalmente.», dispararon.

La CSA como representante del sindicalismo de las Américas en el que Argentina pisa fuerte por su pasado y presente, plantea «la necesidad de repensar el modelo de desarrollo. La propuesta de desarrollo sustentable con justicia social de la CSA implica disputar el orden económico dominante, la mercantilización y financierización de los bienes comunes y las desigualdades que cimentan el sistema.»

«Hoy, a la luz del reciente Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) la demanda sindical por cambios estructurales en la base de la economía se convierte en urgente e imprescindible.», concluyeron.