Caló pidió que «salga la ley» para limitar las reelecciones indefinidas en los gremios: «A mí me piden que me siga quedando, porque no es fácil ser dirigente sindical»

El secretario general de la UOM, Antonio Caló, instó hoy a que «salga la ley» para establecer límites a los mandatos sindicales y deseó que «haya gente» para «buscar la alternancia» al frente de los gremios. Pero advirtió: «A mí me piden que me siga quedando, porque no es fácil ser dirigente sindical».

«Ojalá que haya gente para sustituirnos. Ojalá se haga la ley que diga que tenemos que estar cuatro o dos años y buscaremos la alternancia», sostuvo el referente sindical.

En declaraciones radiales, el dirigente de la CGT se mostró a favor de una eventual ley que fije límites a la reelección de los sindicalistas.

«Pongámosla, yo no tengo problema. A mí me piden que me siga quedando, porque no es fácil ser dirigente sindical», advirtió.

Asimismo, Caló se refirió a las elecciones para renovar el Consejo Directivo de la central obrera, previstas para el 11 de noviembre: «El Presidente (Alberto Fernández) siempre nos pide unidad. Voy a bregar para que estén todos los sectores».

«Va a haber un secretario general del gremio que le toca y de ese mismo gremio tiene que venir una mujer de suplente, que va a participar de las reuniones», añadió el metalúrgico, en alusión a la paridad de género.

Al ser consultado sobre quién podría ser el sucesor de Héctor Daer y Carlos Acuña al frente de la CGT, manifestó: «Vamos a poner el candidato cuando sea el momento. Todos estamos en condiciones».

El dirigente metalúrgico Antonio Caló llegando ayer a la Casa Rosada para mantener una reunión con el presidente Alberto Fernández y otros miembros de la CGT

Además, el dirigente sindical también opinó sobre la posibilidad de que en 2023 el mandatario busque la reelección: «Le tengo mucha confianza. Pero faltan dos años. Si él quiere seguir otro mandato, si hace un buen mandato, lo vamos a elegir, lo vamos a apoyar. Hasta ahora cuenta con todo mi apoyo».

Finalmente, Caló cuestionó el impulso que un sector del sindicalismo pretende imprimirle a la iniciativa para reducir la jornada laboral como forma de disminuir la tasa de desempleo.

«Es un tema para debatir. No es fácil poner seis horas de trabajo, de un día para el otro. En alguna actividad se puede, en otras no», señaló.

Y concluyó: «Tengo 24 centros de capacitación. Los que quieran se pueden venir a capacitar y nosotros mismos vamos a tratar de hablar con las empresas metalúrgicas para que les vayan dando trabajo. Es la única forma de que esos compañeros salgan de esa situación, que haya más trabajo. Todo lo otro son promesas vagas».