Desde la conducción nacional de Uthgra repudiaron las declaraciones de Dante Camaño en respaldo a la reforma laboral del Gobierno, cuestionaron su legitimidad para hablar en nombre del gremio y advirtieron que la seccional porteña se encuentra intervenida, mientras denunciaron la toma de la sede sindical por parte de su sector.
La interna sindical en el gremio de los trabajadores hoteleros y gastronómicos sumó un nuevo capítulo de fuerte tensión tras las declaraciones de Dante Camaño en defensa de la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional. Desde la conducción nacional de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra), alineada con Luis Barrionuevo, repudiaron públicamente sus dichos y cuestionaron su legitimidad para hablar en nombre del sector.
A través de un comunicado, las trabajadoras y los trabajadores hoteleros y gastronómicos rechazaron de manera categórica las expresiones de quien, según señalaron, “pretende hablar en nombre nuestro” pese a haber asumido un cargo mediante “elecciones manifiestamente ilegítimas”, organizadas sin facultades legales ni estatutarias. En ese marco, advirtieron que la seccional de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra intervenida y denunciaron que el sector que responde a Camaño estaría tomando la sede sindical.
El texto remarca que resulta “inadmisible” que alguien que desconoce en los hechos el derecho a la democracia sindical, intente erigirse como vocero del gremio para respaldar una reforma laboral que califican como “profundamente regresiva”. Según la conducción nacional, la iniciativa oficial recorta derechos individuales, debilita la negociación colectiva, precariza el empleo y pone en riesgo el sistema de protección social.

Desde Uthgra también cuestionaron el discurso de la “modernización” del trabajo utilizado para justificar la reforma. “No se puede invocar la modernización mientras se legitima la precarización, se reducen salarios indirectos, se flexibilizan jornadas, se debilita el financiamiento sindical y se avanza sobre la libertad sindical”, afirmaron, y subrayaron que modernizar no puede ser sinónimo de quitar derechos.
El comunicado apunta además contra el rol político de quienes avalan la reforma, al sostener que no representan la voz de los trabajadores sino que responden a un modelo que necesita sindicatos debilitados y trabajadores sin herramientas de defensa colectiva. “Quien favorece a los empleadores y debilita a los sindicatos no expresa a las trabajadoras y los trabajadores”, enfatizaron.
Finalmente, el sector de Barrionuevo dejó en claro que el gremio no aceptará que se hable en su nombre para justificar lo que consideran un “retroceso histórico”. La representación sindical, concluyeron, solo puede construirse con legitimidad, democracia interna y defensa de los derechos laborales, condiciones que, según sostienen, hoy no están garantizadas en el accionar de Camaño.




