
(Por Pablo Maradei) Trabajadores de la Central Atucha hicieron este viernes una caminata para mostrar su descontento con el plan nuclear que tiene el Gobierno nacional en carpeta.
A fin del mes pasado y mediante el Decreto 695, que lleva la firma del presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, el Gobierno estableció un “programa de propiedad participada” con el que propone particionar el capital accionario de NASA (Nucleoeléctrica Argentina) de la siguiente manera: 5% quedará en manos de los trabajadores; un 44% se ofertará mediante una licitación pública de alcance nacional e internacional. En tanto, el 51% restante lo conservará el Estado, mediante la Secretaría de Energía.
El método elegido despertó rechazos en especialistas del sector porque «nadie querrá poner plata para no ser socio mayoritario y tener el poder de veto final», dijeron.
El mal clima, como todo lo que engloba a trabajadores estatales, viene siendo malo en las distintas dependencias de la empresa; es decir en Lima donde funcionan las centrales Atucha I y II, en embalse donde se encuentra la tercera central; y las oficinas de Dirección ubicadas en Vicente López.
«Hay varias cuestiones a tener en cuenta» señala a InfoGremiales Cristian Riente Berenguer, quien es secretario Gremial del sindicato Luz y Fuerza Zárate. Y enumera: «Hubo una seguidilla de cambio de Directorio; en tres años cambió tres veces de presidente; y actualmente es Damián Reidel, el asesor de Milei y quien vino con una clara intención de privatizar: dijo ni bien asumió que en NASA hay 1.500 trabajadores de más». Sigue: «Quieren llevarse puesto el Convenio Colectivo de Trabajo para avanzar sobre nuestros derechos y lo que detonó todo fue el DNU de Milei para privatizar».
Y eso quedó demostrado en una caminata de la que participó el personal de Atucha I y II; actividad que articuló Luz y Fuerza junto a ATE.
Berenguer adelanta que «se está armando una multisectorial sindical para replicar lo que fue La rotonda de la dignidad que se hizo en 2017″ y de la que participaron otros gremios. La idea es visibilizar el conflicto más allá de Lima, Zárate y Campana que son las tres ciudades que abastecen de trabajadores a la centrales Atucha.
El escenario en NASA, según refiere Berenguer es: «Hoy los sueldos son bajos con pérdidas de hasta el 60% del poder adquisitivo; muchos se fueron con retiros voluntarios para buscar alternativas afuera; y el declive sigue. Cuando asumió Milei, NASA empleaba a 3.000 trabajadores; solamente en el predio de Lima se fueron 150 de los 1.200 trabajadores que hay.