
Con una deuda salarial de cuatro meses y la producción paralizada, la empresa de cosechadoras Vassalli presentó un plan de pagos y trabajo rotativo en busca de un acuerdo con sus 300 operarios, que harán una contrapropuesta la próxima semana.
La histórica fábrica de cosechadoras Vassalli, ubicada en el sur santafesino, atraviesa horas decisivas luego de más de 20 días de paralización total de su producción y con una deuda salarial de cuatro meses con casi 300 trabajadores.
La empresa, conducida por la familia Marsó, se presentó por primera vez a una audiencia de partes en la sede del Ministerio de Trabajo de Rosario y puso sobre la mesa una propuesta para regularizar los haberes adeudados: un plan de pagos de $500.000 semanales hasta el 6 de octubre, con la intención de normalizar la situación en un plazo de tres meses.
Según detalló Pablo Cerra, abogado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el esquema planteado incluye la reincorporación de los cuatro delegados despedidos y un esquema de trabajo rotativo, en el que los operarios ingresarían en grupos en octubre, noviembre y diciembre. “Lo que quieren hacer es distribuir la producción. Es esto, o no hay otra cosa”, sostuvo el letrado a La Nación.
El conflicto, sin embargo, está lejos de cerrarse. Los trabajadores rechazaron la propuesta de la compañía y anunciaron que presentarán una contrapropuesta el próximo martes en asamblea.

Durante el encuentro, los titulares de la empresa, Eduardo y Mateo Marsó, admitieron que la situación de la firma es crítica. “Estaban más para cerrar que para seguir”, transmitió Cerra tras la reunión.
Por su parte, el secretario de Trabajo de Santa Fe, Julio Genesini, valoró el reinicio del diálogo y recordó que el mismo, había quedado interrumpido por decisión de la apoderada de la empresa, la legisladora Florencia Arietto, quien había desconocido la competencia del Ministerio provincial y reclamado la intervención de la cartera nacional.
Mientras tanto, los operarios continúan con las concentraciones diarias frente a la planta de Vassalli sobre la Ruta Nacional 33, cuyos accesos permanecen cerrados por decisión empresarial.
La próxima semana se espera una definición clave que determinará si la emblemática fábrica retoma su producción o si se profundiza la crisis.