
Los despidos de tres trabajadores con más de ocho años de antigüedad en la sucursal de Diarco en Caleta Olivia, Santa Cruz encendieron un fuerte conflicto sindical. El gremio denunció hostigamiento, sanciones arbitrarias y falta de calefacción en el lugar de trabajo que sufre los embates climáticos típicos de la Patagonia.
La sucursal del supermercado mayorista Diarco de Caleta Olivia se convirtió en el epicentro de un conflicto sindical tras el despido de tres trabajadores con más de ocho años de antigüedad. La medida desató una protesta que puso en evidencia denuncias de hostigamiento laboral, persecución al personal y fallas graves en las condiciones de trabajo, como la falta de calefacción en pleno invierno.
El Centro de Empleados de Comercio (CEC), que intervino de inmediato, expresó su “enérgico repudio” a lo que considera prácticas sistemáticas de presión y disciplinamiento hacia los trabajadores. Según denunció el delegado local, Ezequiel Escobar, en diálogo con ADNSur la gerencia estaría aplicando sanciones “injustificadas” para acumular causas que permitan despedir personal con trayectoria.
“Están buscando causal para poder llevar adelante despidos con causa, sancionando a los trabajadores por reclamos legítimos”, señaló Escobar, alertando sobre el clima de tensión que se vive en la sucursal.
El conflicto no se limita a los despidos. El sindicato también denunció la falta de calefacción, un reclamo histórico que nunca fue resuelto por la empresa. En un contexto de bajas temperaturas en la región, esta carencia afecta directamente la salud y el bienestar de los empleados.

“Discutíamos la falta de calefacción y la respuesta de parte de la gerencia era que en ese lugar no hacía frío. En lugar de resolverlo, comenzaron a sancionar a los trabajadores que reclamaban”, denunció Escobar al mismo medio.
Tras un paro y varias manifestaciones, el Ministerio de Trabajo de Santa Cruz intervino en el conflicto, notificando a la empresa sobre las irregularidades denunciadas. La presión gremial impulsó a Diarco a solicitar una conciliación no obligatoria, que permitió revertir los despidos y reincorporar a los tres empleados afectados para evitar escalar el conflicto.
Sin embargo, la disputa continúa abierta. Este jueves ambas partes deberán volver a reunirse para intentar alcanzar un acuerdo que garantice tanto la estabilidad laboral como la mejora de las condiciones de trabajo.
Desde el sindicato remarcaron que los empleados despedidos no eran contrataciones recientes, sino trabajadores con más de ocho años de servicio. “Desde el CEC siempre buscamos el diálogo, pero en este caso nos vienen cerrando las puertas”, concluyó Escobar. El desenlace del conflicto se definirá en los próximos días.