La CGT fija el 6 de noviembre como horizonte para renovar sus autoridades: los diferentes espacios ya se cuentan las costillas y hasta repasan quienes tienen el pago de las cuotas al día

(Por Jorge Duarte @ludistas) La intención es que el 6 de noviembre, 10 días después de las elecciones nacionales, la CGT pueda renovar sus autoridades. Por el lado de los dialoguistas ya resuena un nuevo triunvirato para oxigenar. Los más combativos apuntan a un unicato y hablan de «modelo agotado». Además del tradicional poroteo de votos, empezó el repaso de quienes mantienen deudas en la cuota a la central o problemas con la certificación de autoridades. Roscapalooza.

Con los plazos agotados para un eventual adelantamiento, en Azopardo empezaron a girar los engranajes para lo que será la renovación de autoridades de la CGT. El horizonte es que se concrete el próximo 6 de noviembre en un Congreso a realizarse en Parque Norte, apenas 10 días después de las elecciones legislativas nacionales, en el mismo lugar en el que quedó ungido el triunvirato que ahora está terminando su mandato y del cual ya salió eyectado el camionero Pablo Moyano.

Antes, para empezar a cumplir con los formalismos, el 27 de este mes habrá un asado de “camaradería” de los principales líderes de la CGT en el camping de SETIA, en Ezeiza. Al día siguiente, el 28, se reunirá el Consejo Directivo que fijará fecha del Comité Central Confederal, paso previo e ineludible para después pasar al Congreso con el que se renovarán las autoridades.

Las posiciones parecen claras. Los gremios dialoguistas mantienen su intención de refundar el truinvirato, oxigenando los nombres, pero con el sostén de la figura. De hecho tanto Héctor Daer como Carlos Acuña adelantaron que no buscarán otro mandato por lo que la renovación de las figuras deberá ser total respecto de los electos 4 años atrás. Los nombres para sucederlos que circulan en todos los pasillos ubican picando en punta a Cristian Jerónimo (empleados del vidrio), Jorge Sola (seguro) y Maia Volcovinsky (judiciales). Podría haber alguna variación en términos nominales.

La intención parece encolumnar a una porción mayoritaria de la CGT, aunque no consigue consenso. Es más, otro sector busca posicionarse detrás una propuesta alternativa: un unicato abiertamente opositor. Allí orbita un reagrupamiento novedoso con los gremios de la industria y los del transporte como ejes y con la idea de una conducción confrontativa con el Gobierno Nacional. «Se necesita una conducción de lucha», sostienen. Postulan, por peso específico, al metalúrgico Abel Furlán, aunque también dejan trascender otros nombres.

La CGT fija el 6 de noviembre como horizonte para renovar sus autoridades: los diferentes espacios ya se cuentan las costillas y hasta repasan quienes tienen el pago de las cuotas al día

«Estar juntos detrás de un proyecto«, dicen los rebeldes, y ponen como ejemplo lo fue la experiencia de Huerta Grande. «Necesitamos estar en lucha, no a la espera de que el Gobierno de algún respiro en su plan de cambiar las leyes laborales con un congreso a fin».

El poroteo del Congreso es algo que ya comenzó. Históricamente empieza a inclinarse con los posicionamientos de una decena de organizaciones que tienen muchos afiliados y, por lo tanto, muchos representantes. Este año, adicionalmente, empezaron a repasarse dos cuestiones estatutarias no menores: que tengan las cuotas al día y los certificados de autoridades en orden. Son dos pasos que en ocasiones se omiten pero que en el estado de situación actual podrían dejar varios actores fueran del mapa. Es más, por la proximidad entre las elecciones de su gremio y las de CGT muchos se preguntan si el propio Sola logrará tener los papeles en orden para poder ser electo en caso de buscar un mandato cegetista. Otros aseguran que mantiene un fluidez de diálogo suficiente con la Secretaría de Trabajo que podría garantizarle el éxito de la gestión, cosa que sería casi un privilegio.

Mientras tanto en el plano electoral, los dialoguistas parecen no haber tenido una buena cosecha. Todos los candidatos que lograron ingresar en buenos lugares en Fuerza Patria se referencian con otros espacios, incluía Hugo Antonio Moyano (h) que es el titular del CET, el partido que fundó su padre. Ni Vanesa Suley, ni Sergio Palazzo ni Hugo Yasky reportan a Azopardo. Tampoco Tano Catalano, Carlos Ortega ni Oscar De Isasi.

Como pelea de semifondo, y para algunos un paso previo, podría seguirse la renovación de autoridades de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Allí se dará un mensaje respecto del perfil que buscarán los gremios de la actividad para afrontar lo que será el segundo tramo del Gobierno de Javier Milei y, también, el dirigente que los represente. Las miradas se posan sobre el histórico Juan Carlos Schmid, que parece reunir la mayor cantidad de respaldos para sostenerse al frente de la organización aunque en el último tiempo viene escalando el perfil el piloto Pablo Biro, uno que se convirtió, en la práctica, en un aliado táctico de Furlán y que sostiene un perfil alto en base a su batalla abierta contra los libertarios.