
Se trata de URGARA, el gremio que nuclea a los recibidores de granos. La situación salarial es cada vez más compleja y el gremio no comunica nada. En abril había sido noticia por bajarse del paro general de la CGT a horas de su inicio.
Los afiliados a la Unión Recibidores de Granos (URGARA) empezaron a expresarse cada vez con más fuerza. Es que ante la delicada situación económica del país, ven sus salarios en una destrucción constante y sostenida de sus ingresos.
Las paritarias en el sector vienen siguiendo la regla: pierden sistemáticamente contra la inflación. La curiosidad es que el sindicato que lidera Pablo Palacio no se expresa ni hace llegar posición alguna sobre la situación.
«La plata no alcanza ni para lo básico y encima no tenemos ninguna respuesta desde el sindicato», señalaron los trabajadores al portal 11 Noticias. El malestar comenzó a plasmarse cada vez con más frecuencia en los distintos ámbitos, incluso en las redes sociales.
La última vez que URGARA había sido noticia fue por haberse bajado, a horas del comienzo, de la última huelga general convocada por la CGT. En esa oportunidad argumentó estar a favor del reclamó, pero aún así desistieron de participar.

Ya en aquel momento la sospecha que corrió por los pasillos cegetistas era la de «acuerdos y acercamientos con la gestión actual de Javier Milei». Es que se posicionó en torno a la dirigencia «cercana» a la Mesa de Enlace, liderada desde 2008 por la Sociedad Rural Argentina, y a las empresas multinacionales de granos.
«No sorprendería que hayan pactado con los empresarios para que el comercio exterior granario no sufra ninguna medida de fuerza», explicaban fuentes de la actividad.
Ahora la misma versión vuelve a tomar fuerza y a crecer. Pero con la diferencia de que su epicentro es la propia base a la que debiera representar.