¿Se reunifica la CTA?

Parece que el pedido del Papa Francisco de unificar el movimiento obrero llegó también a oídos ceteístas y no sólo en la CGT se preparan para la reunificación. Es que en las últimas semanas se intensificaron los gestos, desde los distintos sectores, en pos de acelerar los plazos para volver a confluir en una sola central de trabajadores.

Fracturada desde las fallidas elecciones de 2010, la CTA ahora se compone de dos grandes bloques. Por un lado la CTA de los Trabajadores, conducida por Hugo Yasky y la CTA Autónoma, liderada por Pablo Micheli. El camino para que ambas sean una nuevamente ya comenzó y hasta hubo acercamientos públicos.

Primero fue el estatal, Pablo Micheli, quien en una entrevista expresó necesidad de que la CTA vuelva a unificarse de cara a un próximo gobierno. Para Micheli conseguir un conducto de reunificación sería un buen punto de partida para retomar parte del poder perdido en su central que lo llevó a tenerlo al borde la renuncia.

El guante fue recogido por Yasky que, envalentonado por la buena performance de la lista Verde y Blanca en los comicios de ATE, sostuvo: «Hoy hay mejores condiciones para discutir la unidad de la CTA, después de las elecciones de ATE. Porque los compañeros que ganaron la conducción en la seccional más importante de ATE, la de Capital, están compenetrados en avanzar en esa unidad», en declaraciones a la Agencia Paco Urondo.

La idea para acelerar la confluencia no se baraja en lo inmediato, pero se presenta como muy posible en el mediano plazo.

De hecho las segundas líneas de los dos centrales suelen tener vínculos y contactos fluidos. Además, militantes de los dos sectores trabajan mancomunadamente en varias de las seccionales de la CTA en las que la ruptura se plasmó en más en lo formal que en la práctica.

Uno de los obstáculos importantes a saldar tiene que ver con la persistencia tanto de Micheli como de Yasky. Aunque algunos auguran un acercamiento de ambos, tras un respaldo velado de Micheli a «Nando» Acosta en ATE, lo más probable es que la salida sea con los dos apellidos dando un paso al costado y abriendo el espacio para un nuevo liderazgo.