Batallas simbólicas, ganadores invisibles y vencedores vencidos
"La paritaria bancaria todavía no está homologada", disparó en tono amenazante el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, horas atrás, cuando el gremio de Omar Palazzo ya le había torcido el brazo y el acuerdo ya estaba rubricado (incluso digerido) por todas las cámaras empresarias. El pronunciamiento del funcionario, que tronó como complemento de la presentación del pedido de juicio político a los camaristas que lo pusieron contra las cuerdas en medio de las negociaciones, puso en evidencia el disconformismo oficial por el contenido de lo pactado, pero fundamentalmente por haber caído en una batalla de "alto rating" que inevitablemente generará efecto contagio en el resto de los gremios del sector privado.
De hecho, en silencio, actividades menores o periféricas le fueron arrancando recompo...










